Redacción. El domingo, un hombre abrió fuego en una iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc Township, Michigan, dejando al menos cuatro muertos y varios heridos. Las autoridades calificaron el ataque como un “acto de violencia selectiva”.
Según la policía, al menos dos de las víctimas murieron por disparos. Ocho personas resultaron heridas; una está en estado crítico y las otras siete se encuentran estables, según el jefe de la policía local, Bill Renye.
Las autoridades continúan revisando los escombros de la iglesia en busca de posibles desaparecidos. El sospechoso, identificado como Thomas Jacob Sanford, un exmarine de 40 años, fue abatido por la policía.
«Creemos que encontraremos más víctimas una vez que aseguremos la escena», declaró el jefe de policía Renye. Se informó que entre los heridos hay niños, aunque no se ha detallado cuántos.
Cómo ocurrieron los hechos
El ataque ocurrió alrededor de las 10:25 am, mientras cientos de personas se encontraban en el templo de Grand Blanc Township, cerca de Flint.
El hombre salió de la camioneta, que llevaba dos banderas estadounidenses en la parte trasera, y comenzó a disparar, informó a la prensa el jefe de policía. Al parecer, usó gasolina para iniciar el incendio y también portaba explosivos, aunque no está claro si llegó a utilizarlos, dijo por su parte James Dier, de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Los agentes respondieron a la llamada al 911 en apenas 30 segundos, señaló Renye. Tras salir de la iglesia, el sospechoso fue perseguido por dos oficiales que “intercambiaron disparos” con él y lo mataron unos ocho minutos después.
Tragedia
El fuego provocado por el tirador ralentizó las labores de las fuerzas de seguridad. Renye aseguró que el atacante incendió deliberadamente la iglesia. Las autoridades aún no han podido acceder completamente al edificio debido a los daños causados.
El presidente Donald Trump condenó el ataque y se comprometió a mantener informada a la opinión pública sobre la situación. Asimismo, calificó el tiroteo de “horrendo“. “Este parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos de Estados Unidos”, denunció Trump en su plataforma Truth Social. “¡Esta epidemia de violencia en nuestro país debe cesar inmediatamente!“.
El agente especial del FBI, Reuben Coleman, informó en conferencia de prensa que el FBI lidera la investigación.
Cabe resaltar que el ataque ocurrió solo unas horas después del fallecimiento de Russell M. Nelson, quien fue el presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
