Redacción. La muerte de Santos Reyes Banegas, conocido como Allen, bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos, continúa generando indignación.
Este jueves, su expareja, Mary Díaz, rompió el silencio y exigió claridad sobre las circunstancias que rodearon la muerte del hondureño de 42 años, ocurrido en una cárcel de Nueva York.
Según la versión preliminar de las autoridades, Reyes falleció debido a una supuesta “insuficiencia hepática”, después de pasar apenas un día detenido. Sin embargo, Díaz rechaza la explicación oficial.
“Queremos respuestas, él estaba sano. Trabajó durante años en los campos de tabaco en Kentucky y nunca mostró señales de enfermedad grave”, afirmó con indignación.
El dolor de la familia se ha visto agravado por la falta de comunicación de ICE y del centro penitenciario. La noticia sobre su fallecimiento no llegó por canales oficiales, sino por otro detenido que alertó a la familia.
“Ni siquiera tuvieron la decencia de avisar a sus hermanos, que todavía viven en Nueva York. Para ICE y la cárcel, él no era más que un número, pero para nosotros era un ser humano”, agregó Díaz.
La familia insiste en acceder a los registros médicos para entender por qué un hombre aparentemente sano murió de manera repentina dentro de la celda.
La hija y la campaña de repatriación
La hija de Santos, Juana, continúa enfrentando la pérdida en medio de la incertidumbre. Para Díaz, garantizar que su hija pueda despedirse de su padre es una prioridad.
Madre e hija han comenzado una campaña de recaudación de fondos mediante GoFundMe y alcancías en negocios locales. El objetivo es costear primero un funeral en Kentucky y luego trasladar el cuerpo a Honduras, donde esperan el resto de sus familiares.
Clamor por justicia y transparencia
Díaz enfatizó que la familia no descansará hasta recibir explicaciones claras sobre lo ocurrido. “Necesitamos que regrese a casa. Mi hija y sus nietos merecen despedirse. No podemos permitir que esto quede en silencio”, concluyó.
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Mientras ICE sostiene que la investigación sigue abierta, los deudos insisten en que la muerte de Santos Reyes Banegas debe ser esclarecida y tratada con dignidad.
