Redacción. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reapareció este martes ante la Asamblea General de la ONU con un discurso cargado de críticas hacia el organismo. Desde Nueva York, acusó a las Naciones Unidas de no haberlo apoyado en sus intentos por resolver “siete conflictos” internacionales y afirmó que la institución “no está a la altura de su misión”.
En su primera intervención ante la ONU desde que retomó el poder en enero de 2025, Trump no solo atacó a la diplomacia multilateral, sino que también ironizó sobre varios problemas técnicos que marcaron el inicio de su participación. Al llegar a la sede, las escaleras mecánicas dejaron de funcionar, y durante su intervención, el teleprompter falló. “Esto es todo lo que he logrado de la ONU”, lanzó con sarcasmo, evidenciando su molestia.
Durante la jornada, el mandatario tenía previstas reuniones con líderes de países árabes —como parte de sus esfuerzos por frenar la guerra en Gaza—, así como un encuentro con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski para abordar el conflicto en Ucrania. También planeaba reunirse con el presidente argentino, Javier Milei, cuyo gobierno atraviesa tensiones políticas y financieras.
Promesas controversiales y denuncias globales
En su discurso, Trump anunció que su gobierno liderará un esfuerzo internacional para hacer cumplir la Convención sobre Armas Biológicas. Propuso crear un sistema de verificación basado en inteligencia artificial y pidió respaldo internacional para acabar con estas armas.
“Hago un llamamiento a todas las naciones para que se unan a nosotros y pongan fin al desarrollo de armas biológicas de una vez por todas”, dijo. “Esperemos que la ONU pueda desempeñar un papel constructivo”.
Sin embargo, el mandatario también utilizó la tribuna para reafirmar posturas polémicas. Negó el cambio climático y lo calificó como “la mayor estafa de la historia”, al tiempo que criticó duramente el concepto de huella de carbono.
“El cambio climático es, en mi opinión, la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”, declaró. Y agregó que “la huella de carbono es un engaño inventado por personas con malas intenciones”.
Trump también anunció que se reunirá “la semana que viene” con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un contexto de alta tensión diplomática entre ambos países. Minutos antes, Lula había criticado desde la misma tribuna los aranceles y sanciones impuestos por Washington a su gobierno.
“Vamos a reunirnos la semana que viene, por si le interesa a alguien”, ironizó el republicano.
Ataques a Venezuela, Europa y Palestina
Trump no escatimó en advertencias. Afirmó que Estados Unidos “hará saltar por los aires” a los narcotraficantes venezolanos que operan en aguas del Caribe, tras tres recientes ataques a embarcaciones con droga.
“A todo matón terrorista que esté traficando drogas venenosas hacia los Estados Unidos de América: téngase por avisado, lo haremos saltar por los aires”, advirtió ante los delegados internacionales.
También, criticó a los países europeos por la inmigración ilegal, culpando a la ONU de fomentar una “invasión” que, según él, está destruyendo a Europa.
“Es hora de poner fin al fallido experimento de las fronteras abiertas”, afirmó. “Sus países están yendo al infierno”.
En otro pasaje polémico, Trump condenó el reconocimiento de Palestina por parte de algunos aliados de Estados Unidos, asegurando que dicha acción equivaldría a premiar a Hamás por sus ataques.
“Esto sería una recompensa por las horribles atrocidades (de Hamás), incluyendo las del 7 de octubre, mientras se niegan a liberar a los rehenes o aceptar un alto el fuego”, declaró.
Reproches a la ONU y una diplomacia cada vez más unilateral
Trump acusó directamente a las Naciones Unidas de fracasar en sus objetivos de paz global y aseguró que, pese a su “potencial tremendo”, el organismo no ha cumplido su misión.
“La ONU tiene un potencial tan tremendo. Siempre lo he dicho. Pero ni siquiera se acerca a la altura de ello”, afirmó visiblemente molesto.
El presidente también exigió a los países europeos que dejen de financiar la guerra en Ucrania a través de la compra de petróleo ruso, y criticó a China e India por hacer lo mismo.
“Tienen que cesar de inmediato todas las compras de energía a Rusia. De lo contrario, todos estamos perdiendo mucho tiempo”, sentenció.
Una política exterior de ruptura
Desde su retorno a la Casa Blanca, Trump ha vuelto a impulsar una política exterior confrontativa y nacionalista. Su estrategia se mantiene alineada con la de su primer mandato: rechaza el multilateralismo, privilegia los acuerdos bilaterales y desafía los foros internacionales.
La Asamblea General de la ONU, considerada el principal espacio de diplomacia global, presenció un discurso que rompió con la expectativa de cooperación. Trump volvió a posicionarse como un líder disruptivo que prioriza los intereses de EE. UU. por encima de la agenda común.
