Redacción. La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado oficialmente este lunes a la banda criminal transnacional conocida como «Pandilla 18» como una organización terrorista.
Este anuncio fue corroborado por el secretario de Estado, Marco Rubio. Él detalló en un comunicado que la «Pandilla 18» es una de las bandas más grandes del hemisferio. Además, explicó que esta estructura ha estado involucrada en numerosas agresiones contra personal de seguridad, funcionarios públicos y civiles en países como El Salvador, Guatemala y Honduras.
La estructura criminal, también conocido como Barrio 18, Calle 18, Mara 18 o simplemente “la 18”, comenzó como una pandilla callejera en las calles de Los Ángeles, alimentada por una fuerte migración de centroamericanos.
Con el tiempo, se expandió estableciendo un dominio criminal que se manifiesta a través de diversas actividades delictivas, como extorsiones, homicidios por encargo y tráfico de drogas.
La banda opera principalmente mediante la imposición de «multas» a comerciantes informales y ciudadanos en áreas vulnerables. Además, asesina a aquellos que no cumplen con sus exigencias de pago.

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Medidas
El secretario Rubio enfatizó la postura del gobierno estadounidense frente a la lucha contra el narcotráfico. Declaró que “Estados Unidos continuará protegiendo a nuestra nación al mantener las drogas ilícitas fuera de nuestras calles. Además, interrumpirá las fuentes de ingresos que financian las actividades violentas y delictivas de las pandillas y los carteles de la droga”.
Esta declaración se enmarca dentro de la política del gobierno estadounidense, que ha designado como terroristas a los principales cárteles mexicanos. Entre ellos se incluyen el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como otras organizaciones criminales de la región.
La designación de Barrio 18 como organización terrorista no solo subraya la gravedad de la amenaza que representa, sino que también resalta la compleja interconexión entre el crimen organizado y la violencia en Centroamérica.




