Redacción. El reciente nombramiento de Tom Homan como “zar de la frontera” en Estados Unidos ha generado preocupación en la comunidad migrante hondureña y los defensores de derechos humanos.
Conocido por su estricta postura en temas migratorios durante la administración de Donald Trump, la designación de Homan anticipa cambios que podrían complicar aún más la situación de los migrantes.
Itsmania Platero, defensora de derechos humanos, señaló que este nombramiento representa un «grave panorama» para los migrantes, especialmente aquellos en tránsito por las fronteras de Guatemala y Estados Unidos. Además, se teme la eliminación de programas como el CBP One. También, la posible reactivación del acuerdo de “tercer país seguro”, que obligaría a Honduras a recibir migrantes rechazados por Estados Unidos.
El rol de Homan como “zar” implica no solo la contención y expulsión de migrantes, sino también la seguridad nacional de Estados Unidos, amparado en una ley que otorga amplios poderes a las autoridades migratorias y al presidente, explicó Platero.
Esto podría traducirse en redadas masivas y expulsiones rápidas, afectando principalmente a migrantes con antecedentes penales. «Va a haber redadas masivas, va a haber separación de familias», opinó la defensora.
¿Quién es Tom Homan, el encargado de la posible mayor deportación?
Iniciando su carrera en la Patrulla Fronteriza en 1984, Homan ha ido escalando peldaños en la autoridad migratoria estadounidense hasta llegar a puestos de influencia en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), donde tuvo la confianza de Obama para coordinar una parte de la histórica oleada de deportación masiva ocurrida en el periodo del demócrata en la Presidencia.
En 2013, alrededor de 432.000 personas sufrieron deportación, marcando el pico histórico de deportaciones en la historia del país. El récord, después de Trump y Biden, sigue intacto.
El nuevo ‘zar de la frontera’ es conocido por ser el ideólogo principal de la política de ‘tolerancia cero’ implementada por el trumpismo en 2017. Esta medida eliminó el discernimiento de la justicia en relación con las familias que llegaban en situación migratoria irregular a Estados Unidos.