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viernes, abril 26, 2024

«No regreso a Honduras solo declararé en México»: Testigo principal del asesinato de Berta Cáceres

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TEGUCIGALPA.- El mexicano, Gustavo Castro, testigo principal del asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres, declarará sobre el homicidio de la ambientalista en México, porque dijo que a Honduras, donde se cometió el asesinato, no regresará.

El coordinador de Otros Mundos A.C. Amigos de la Tierra regresó a México y en entrevista con medios de prensa mexicanos, informó que colaborará desde su país con las autoridades hondureñas en la investigación.

El entrevistado indicó «estoy recuperándome físicamente y anímicamente. Es una recuperación lenta, pero ahí vamos, tratando de adaptarnos a esta situación».

Relató que busca seguir solidario con el pueblo de Honduras y con las organizaciones que exigen justicia para el caso de Berta Cáceres, además de brindar apoyo a las organizaciones indígenas campesinas, víctimas de una «violencia atroz».

En cuanto al asesinato de Cáceres, señaló que las investigaciones continúan en curso. “Cuando yo dejé Honduras estaba, según, la fiscalía y también el Ministerio Público apuntalando hacia la empresa DESA, que está construyendo la hidroeléctrica», relató.

Agregó que la empresa había amenazado a Bertha Cáceres y contratado matones a sueldo «para impedir que la gente en las comunidades detuviera la construcción de la presa», destacando que el MP ya había decomisado armas a DESA.
Expresó que en Honduras, luego de la muerte de la activista hondureña, se sentía en la zozobra y «en una tensión fuerte ante las amenazas de la opinión pública que podría ser ejecutado».

El día que asesinaron a Berta Cáceres «estaba yo alojado en su casa en una de las habitaciones cuando entran repentinamente; todo sucedió en medio minuto». Agregó que ingresaron a su habitación y a la de Cáceres al mismo tiempo. «La bala me rozó la cara, entonces pensaron que estaba muerto y salieron rápido».

Recordó que la persona que entró a su habitación, antes de dispararle, se quedó unos segundos encañonándolo. «Mi impresión es que no esperaban que estuviera ahí».

Lamentó la impunidad que permea en Honduras e igualmente señaló la falta de protección de testigos o un reglamento de mecanismos de protección.

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