Redacción. La angustia y la desesperación invaden a Iris, una madre hondureña residente en Washington DC, luego de que su hijo Jefferson Amaya, de 14 años, desapareciera desde la tarde del sábado 2 de agosto.
Desde ese día, la familia y la comunidad local mantienen una búsqueda incansable para encontrar al joven sano y salvo.

“La última vez que lo vi fue a las 4 de la tarde, ese día sábado, y la última ubicación que arrojó su teléfono fue cerca de aquí”, relató Iris mientras visitaba el parque Calvert Road, Estados Unidos, lugar donde frecuentemente su familia se reúne con la esperanza de hallar alguna pista.
Describiendo a Jefferson como un joven cariñoso y responsable, Iris aseguró que no cree que su hijo se haya ido por voluntad propia. “Él jamás me haría esto, no me ha llamado porque quizás le quitaron el teléfono”, dijo con la voz quebrada.
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Cada mañana, Iris revisa que sus hijos estén en sus camas, pero ese sábado fue distinto. “Tenía la esperanza de que estuviera ahí, pero no estaba. No puedo descansar sin saber dónde está”, añadió, visiblemente afectada.
Imparable búsqueda
La búsqueda no solo la realiza Iris, sino también su hijo menor, Jackson, de 11 años, y otros familiares que recorren la zona boscosa cercana y el parque, con la esperanza de encontrar alguna pista.
“Estamos buscándolo desde hace tres días y no ha regresado a casa”, dijo el hermano menor de Jefferson.

La policía local ha designado a un detective para investigar la desaparición, pero la familia no pierde la fe y pide la colaboración de la comunidad para difundir la imagen y datos del joven.
Jefferson cumplió 14 años en julio y, según su madre, no tenía ninguna razón para ausentarse voluntariamente. Cualquier información sobre su paradero puede ser comunicada al número telefónico 001 479 420 6282.