Redacción. “A las 2:52 de la mañana sonó una alarma que nunca había vivido, una alerta extrema… y sí, me asusté”, cuenta Tesla Flores, encargada de negocios de la Embajada de Honduras en Israel y única diplomática hondureña en ese país.
Desde territorio israelí, relata cómo ha sido vivir el más reciente episodio del conflicto en Medio Oriente, tras el bombardeo masivo que Israel lanzó sobre objetivos militares y nucleares en Irán, quien posteriormente respondió.
La madrugada del 13 de junio, el cielo de Israel volvió a encenderse con las luces de la defensa antimisiles. Irán había respondido con una andanada de drones a los ataques israelíes, en lo que muchos analistas ya consideran el mayor pico de tensión entre ambas naciones en décadas. Desde ese momento, los residentes y diplomáticos extranjeros activaron los protocolos de seguridad. En el caso de Honduras, Tesla Flores representa la única presencia oficial del país, y lo vive de primera mano.
Conectados en medio del miedo
“No podemos salir. Tenemos que seguir las instrucciones. La seguridad aquí es prioridad y todos estamos en contacto constante para saber qué está pasando”, expresó Flores en un mensaje enviado a medios hondureños.
En su testimonio, detalla que los ciudadanos han comenzado a abastecerse de agua, alimentos y productos esenciales ante la incertidumbre de cuánto durará esta nueva escalada. “Los supermercados se encuentran abiertos, pero la gente está comprando lo básico, por cualquier eventualidad”, explica.
La noche del ataque, la diplomática recuerda cómo sonó la primera alarma poco antes de las tres de la madrugada. Lo que la sobresaltó no fue solo el sonido, sino el tipo de alerta: una notificación directa al teléfono celular, clasificada como “alerta extrema”. “Nunca había vivido algo así desde que comenzó la guerra”, asegura.
Una comunidad pequeña, pero vigilante
Honduras no tiene una comunidad numerosa en Israel. Aunque no hay cifras oficiales actuales, informes anteriores estiman que podrían ser apenas unas decenas los connacionales en territorio israelí, entre residentes, estudiantes y viajeros. En tiempos de tensión como este, ese pequeño grupo se mantiene en contacto con la embajada, especialmente con Tesla Flores, quien ha debido asumir múltiples funciones ante la falta de más personal diplomático.
“Nos mantenemos actualizándonos, sobre todo con la información oficial que emite Cancillería. Hay demasiadas noticias circulando, pero la única válida para nosotros es la oficial”, subraya.
Según relata, al momento de activarse la alarma, varios embajadores y representantes de otros países estaban despiertos y comenzaron a compartir datos y advertencias en tiempo real. Esa red informal se ha vuelto clave para tomar decisiones rápidas y seguras.
Esperar lo inesperado
Mientras el conflicto escala, con Irán anunciando represalias adicionales y el ejército israelí manteniendo en pie su ofensiva sobre blancos estratégicos, los días siguientes se perfilan como impredecibles. Tesla reconoce esa incertidumbre: “Extraoficialmente lo que dicen los medios es que esto puede durar días. Entonces sí, estamos al pendiente y esperando que esto pueda pasar pronto”.
La zona está en vilo y las reacciones internacionales no se han hecho esperar. Naciones Unidas ha pedido moderación, países como Reino Unido y Australia emitieron alertas de viaje, y varios gobiernos ya estudian planes de evacuación para sus ciudadanos. Por ahora, Honduras mantiene su representación activa en Tel Aviv, con Flores como enlace directo.