Redacción. Mientras las políticas migratorias en Estados Unidos se endurecen, cada vez son más los hondureños que, desde territorio norteamericano, recomiendan a sus compatriotas no emigrar en este momento, advirtiendo sobre los riesgos de ser detenidos y deportados.
La situación se ha vuelto especialmente tensa en estados como Virginia, Texas, Los Angeles y Miami, donde las redadas se han intensificado en las últimas semanas.

Entre los testimonios que reflejan esta realidad está el de Carla Chicas, una joven originaria de Guarizama, Olancho, quien lleva más de dos años viviendo en Estados Unidos.
Desde su experiencia como migrante, Carla asegura que las redadas y detenciones han ido en aumento, afectando a personas cercanas. “Las deportaciones aquí en Virginia están desagradablemente masivas”, comentó con preocupación.
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Chicas trabaja actualmente en una cadena de comida rápida y, aunque ha logrado adaptarse, no olvida las dificultades y el miedo constante al que muchos hondureños indocumentados están expuestos.
“Incluso algunos paisanos conocidos han sido deportados, amigos originarios de Choluteca. No todos tenemos la dicha de quedarnos en nuestro país tranquilos, por eso emigramos con la esperanza de un futuro mejor”, reflexionó.
Situación de los migrantes
Lejos de su familia y con el respaldo de una madrina que la acogió en Virginia, la joven reconoce que extraña profundamente a sus padres, Juan Antonio Chicas e Idalia Bonilla, a quienes no ha visto desde que salió de Honduras. Aun así, insiste en que emigrar le ha resultado difícil, especialmente en el contexto migratorio actual
A quienes están considerando iniciar la ruta migratoria, Carla les envía un mensaje directo: “No es el mejor momento. Piensen bien las cosas. Esto no es tan fácil como muchos creen”.

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El testimonio de Carla se suma al de miles de hondureños que enfrentan la realidad de vivir lejos de casa, bajo la sombra de la deportación, y con la esperanza de que la situación migratoria cambie, tanto en Estados Unidos como en Honduras.