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jueves, marzo 28, 2024

No debemos asustarnos: Esto es lo que realmente tu gato está tratando de decir

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Aunque lo primero que se podría pensar es que a los gatos no les interesa comunicarse a menos de que se trate de comida, la realidad es otra, según investigadores.

Sharon Crowell-David, profesora de comportamiento veterinario de la Universidad de Georgia, dice cada vez se cree más que los gatos son más expresivos que los perros, aunque su comportamiento es generalmente malinterpretado, reportó The Science of Us.

Por ejemplo, cuando un gato ronronea, los dueños creen que están felices, pero según Crowell-David, aunque el ronroneo si puede decirte que tu gato está feliz, también hay gatos que demuestran de esa forma que están enfermos o heridos.

En eso concuerda John Bradshaw, antrozoologista de la Universidad de Bristol. «No tienen una buena manera de pedir ayuda —no es en su idioma— así que hacen la siguiente mejor cosa, ronronear», dijo el investigador, según The Science of Us.

Aunque muchos gatos pueden sentirse felices cuando los dueños llegan a casa, y frotarse contra tus piernas, es muy probable que eso no sea todo lo que quiere decir, según Crowell-David.

«Cuando los gatos regresan de cazar —lo que comúnmente vemos en la situación salvaje— podríamos notar que pasan varios minutos frotándose hacia arriba y abajo, hacía arriba y abajo, el uno contra el otro», dijo. «También envuelven sus colas sobre la espalda del otro… es como un abrazo humano» y ese comportamiento también lo tienen cuando se reencuentran con su dueño. En resumen: puede ser que no estén felices por verte, simplemente lo hacen por instinto.

Según Crowell-Davis, cuando los gatos están estresados o tienen dolor, tensan los músculos de la cara, y los relajan cuando están felices.

En tanto, según el veterinario Gary Weitzman, «el parpadeo lento realmente es un gesto de aceptación y suelen hacerlo están absolutamente cómodos contigo.

Aunque todos podrían creerlo así, los gatos no maúllan para comunicarse con otros gatos. En la naturaleza, los gatos salvajes suelen maullar una vez cada 100 horas, pero en casa lo hacen diario para llamar la atención, según Bradshaw.

Según el antrozoologista, existe «un código secreto de los maullidos… se desarrolla entre cada gato y su dueño, el cual es único para ese gato y que significa poco para los extraños».

Así, cada dueño y su gato crean códigos a través del cual el gato indica que tiene hambre o que está aburrido. Dichos maullidos suelen ser distintos. De esa forma, el gato de tu vecino tiene una distinta forma de pedir comida y tu vecino entiende de distinta forma cuando su mascota necesita atención.

Los gatos son entonces más difíciles de entender que los perros, lo que quizá ha llevado a creer que se comunican menos que sus contrapartes caninas. La realidad es que tienen sus propias maneras de hacerlo.

CNN

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