No cesan: matan de varios disparos a mujer en la San Miguel de TGU

0
1217
mujer
Imagen de referencia, en cuanto al crimen de la mujer.

TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una mujer perdió la vida este domingo en horas de la mañana en la colonia San Miguel, de la capital de la República, quien respondía al nombre de Patricia Madariaga Zapata Zúniga, de 35 años de edad.

Según la información preliminar, la fémina habría recibido cuatro disparos en su cabeza, hecho que le provocó una muerte de forma inmediata. Al momento de su asesinato, la mujer vestía unos pantalones jeans y una chumpa negra.

No hay pistas en crimen de la mujer

Ante lo ocurrido, los vecinos de la referida colonia informaron a la Policía Nacional (PN). Además, al poco tiempo se hizo presente personal de Medicina Forense para realizar el levantamiento cadavérico.

Hasta el momento se desconoce por menores del hecho criminal en contra de la mujer. En ese sentido, agentes de la Dirección Policial de Investigación (DPI) inició las indagaciones correspondientes.

Lea también: Hallan cuerpo de pescador desaparecido en el Lago de Yojoa

Joven pagó por la muerte de su propio padre; quería herencia

Por problemas de herencia, un joven pagó por la muerte de su propio padre, quien murió a disparos a manos de un sicario en el barrio La Cruz, de la capital de Tegucigalpa.

Los familiares confirmaron a las autoridades que la víctima es Rubén Cisneros Leiva, de 65 años de edad. Él residía en el barrio La Cruz y era el dueño del taller industrial Cisneros.

Un desalmado joven, mediante pago en efectivo, ordenó que matasen a su propio padre por problemas hereditarios. Hace unos meses atrás, Cisneros sufrió la muerte de uno de sus hijos, quien tomó la fatal decisión de suicidarse.

Respecto a la muerte del padre de familia, parientes y vecinos dijeron que los motivos eran partes de problemas familiares por una herencia.

Uno de los hermanos de la víctima, Benjamín Cisneros Leiva, consideró que «el mismo hijo está involucrado en esta muerte, porque ya había hecho intentos de contratar a una persona que casualmente había sido empleado mío para el trabajito, pero esa persona se negó y le contó a una hija mía».