Internacional. Después de 40 días de búsqueda, los cuatro niños perdidos en la selva amazónica de Colombia fueron milagrosamente encontrados el pasado 9 de junio por las operaciones de búsqueda. Llevaban desaparecidos desde el 1 de mayo, después de que la avioneta donde viajaban tuviera un accidente en la región de Guaviare.
Cada vez salen a la luz más detalles nuevos sobre lo acontecido. Informaciones recientes han manifestado que los niños acudían directamente a la selva amazónica para resguardarse de las discusiones entre su madre y Manuel Ranoque, padre biológico de los dos niños más pequeños y padrastro de los mayores.
«No es la primera vez que han estado perdidos en la selva. Tanto el papá como la mamá tenían un problema familiar. Cuando ellos peleaban, los niños se escapaban a la selva», expuso ante los medios Fidencio Valencia, tío de Magdalena, la fallecida madre de los pequeños.
Una de las claves de la supervivencia de los pequeños ha sido la educación indígena que han recibido, ligada a la pesca y la recolección. Su pertenencia al pueblo indígena uitoto ha jugado a su favor para saber qué frutas comer en la selva y cómo moverse por ella, tal y como explicó Valencia. «Sobrevivieron al comer fariña y después que se les acabó empezaron a comer pepas», sostuvo el familiar.
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Sobrevivencia
Lesly, la mayor de los hermanos, se convirtió en una heroína con tan solo 13 años, asumiendo la responsabilidad de cuidar de los pequeños Soleiny (9 años), Tien (4) y Cristin (1). Su abuelo Narciso Mucutuy contó que la niña estaba preparada para afrontar este desafío. «Ella hacía los ranchitos y tendía hojitas por debajo y se acostaban a dormir. Mientras la bebé tenía comida en el biberón ella le daba poquitito, hasta que se acabó. De ahí estuvo a punta de agua«.
A Manuel Ranoque, acusado de violencia doméstica, le disputan la custodia sus abuelos. Trabajadores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) están entrevistando a los miembros de la familia para determinar quién debe cuidar de los niños tras la muerte de su madre en el accidente.
En una entrevista con el diario colombiano El Tiempo, la subdirectora del ICBF, Adriana Velásquez, ha pedido discreción sobre este asunto, asegurando que “todas las denuncias, los hechos y las acciones de verificación son objeto de análisis por parte de la defensora de familia y guarda estricta reserva”.
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