Redacción. Después de tres años de espera, ocho niños de la comunidad de El Paraíso regresaron a su escuela ahora que cuentan con un docente para impartir clases. Gracias a esto, ya no tendrán que caminar cuatro horas diarias hasta otra comunidad para recibir el pan del saber en la zona de reserva de la montaña de El Merendón.
Este caso, publicado en Diario Tiempo, reveló que los niños llevaban mucho tiempo recorriendo caminos solitarios, empedrados y cubiertos de maleza, exponiéndose a diversos peligros.
Hoy, los pequeños pudieron iniciar un lunes con clases, gracias a la presencia de un docente en la escuela de su comunidad, que había permanecido cerrada durante tres años por la falta de un maestro que impartiera la educación.
Día de fiesta en El Paraíso
«Tuvimos un día de fiesta en la comunidad de El Paraíso, gracias a Dios y a las gestiones realizadas en nuestra lucha. Este lunes se abrieron las puertas de la escuela, permitiendo así el inicio de clases y evitando que los niños tengan que recorrer largas distancias hasta la comunidad de La Fortuna», destacó Enma Arévalo, presidenta del patronato de El Paraíso.
Indicó que por medio de las gestiones realizadas por las autoridades de la Dirección de Educación se asignó un maestro para enseñar a los alumnos de entre 5 y 11 años, marcando el inicio del periodo académico 2025.
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«Agradezco a Dios porque se abrió una puerta y también a Diario Tiempo, ya que, gracias a sus publicaciones, nuestra solicitud llegó a las autoridades de Educación. En la comunidad de El Paraíso, los alumnos (ya) iniciaron su periodo académico después de tres años de espera», expresó, por su parte, Cristina Reyes, presidenta de la Asociación de Patronatos de la zona de reserva de El Merendón, que agrupa a cuarenta comunidades.
Los patronatos expresaron su reconocimiento a las gestiones de las autoridades competentes para atender sus solicitudes. A pesar de ser campesinos, valoraron profundamente la educación de sus hijos, quienes son vistos como el futuro de la montaña.
Comisión de patronatos
Reyes informó que una comisión de presidentes de patronatos de las comunidades de Los Laureles y Las Crucitas, que también enfrentan la falta de docentes, sostuvo una reunión con las autoridades de la Dirección Departamental de Educación de Cortés para solicitar el apoyo necesario.
Geovany Rivera Ortega, presidente del patronato de la aldea Los Laureles, explicó que en su comunidad hay dos grupos de niños que diariamente deben caminar hasta dos horas de ida y dos horas de regreso a distintas aldeas para asistir a la escuela.
Uno de los grupos -conformado por ocho niños- se dirige a diario hacia la escuela de la aldea Buena Vista, exponiéndose a numerosos peligros en el camino. El otro grupo -también de ocho niños- recorre solitarios senderos hacia la aldea Santa Elena, donde además deben cruzar un río sin puente, pues el anterior fue destruido por las tormentas Eta e Iota hace más de cuatro años.
«No tenemos aulas de clases, necesitamos ayuda para la construcción de una escuela. Ya contamos con el terreno, pero también requerimos un docente, pues nunca hemos tenido uno. No queremos que nuestros niños caminen tanto dado que corren muchos peligros», expresó Rivera Ortega.
En Las Crucitas tienen terreno, pero no escuela
Por otro lado, Byron Javier Pérez, presidente del patronato de la aldea Las Crucitas #1, subrayó la urgencia de apoyo por parte de las autoridades de Educación para el pago del salario de una docente, así como para la certificación oficial del centro educativo de la comunidad.
«Nos han dicho que no hay plazas suficientes, pero necesitamos el respaldo de las autoridades para reconocer el esfuerzo de la joven que actualmente enseña a nuestros niños, aunque aún no está graduada», explicó.
Pérez señaló que -a través de rifas y otras actividades- los padres de familia lograron reunir parte del pago para la docente, además del apoyo brindado por la parroquia San Vicente de Paúl, que cubre otra parte.
Finalmente, indicó que la comunidad cuenta con una escuela, pero la misma aún no está debidamente inscrita en la Secretaría de Educación. Y, actualmente, el centro atiende a 23 alumnos desde preescolar hasta sexto grado.