Estados Unidos. A raíz de la nueva política drástica aplicada por el Gobierno de Donald Trump, “Tolerancia cero”, en EE.UU. los procesos para niños inmigrantes son cada vez más rigurosos y criticados a nivel internacional.
Miles de personas (entre ellas familias), que intentan cruzar la frontera entre México y EE.UU. son detenidas. A esto se le suma la separación de niños y niñas de sus padres y madres tras haber cruzado de forma ilegal.
Lo que generó una gran indignación mundial contra la medida impulsada por Trump. No obstante, obligan a los niños a que entren a una corte sin presencia de sus padres.
“Entre los que hay de solo tres años, acudiendo solos a los juzgados sin siquiera saber qué es un abogado”, informó el periódico digital La Vanguardia. Son días de extrema sensibilidad frente a un tema que sacude a los países de Centroamérica.
”Hace poco estábamos representando a un niño de tres años que había estado separado de los padres. Y el niño, en medio de la audiencia, comenzó a trepar a la mesa“, dijo Lindsay Toczylowski; quien es directora ejecutiva del Inmigrant Defender Law y brindó declaraciones a The Independent.
“Realmente es un ejemplo de lo absurdo de lo que estamos haciendo con estos niños”, agregó Toczylowski. Niños desprotegidos, separados de sus padres y familias, enfrentando encierros en lugares desconocidos está en la cabeza de muchos.
Sin embargo, no es posible ser testigos de los juicios que deciden su destino y el de sus padres. Lo anterior, porque no se pueden introducir aparatos de grabación en las cortes. No puede verse la cara que ponen los niños frente a un juez de inmigración.
Con esa realidad se topó la realizadora cinematográfica, Linda Freedman.
Recreación de un vídeo
Freedman cuenta que la idea se le ocurrió una mañana en su mesa de desayuno y comenzó a recopilar información en un texto compartido por el Servicio de Consejeros de Inmigración y dijo:
«Pasé meses hablando y filmando entrevistas con abogados pro bono que habían representado a niños no acompañados. Asistí a las audiencias de inmigración. Hablé con cualquiera que hubiera tenido alguna experiencia trabajando con niños no acompañados».
Cuando supo que no podía filmar de ninguna manera dentro de un juicio, se desanimó y «colgó» el proyecto por un año. La cineasta Freedman realizó un cortometraje con la intención de reflejar las caras de miedo e incomprensión de los niños ante un juez.
Esto demuestra la reflexión y crítica frente a un sistema que se muestra cruel con los más necesitados.
Por su parte, ahora se siente honrada de que su trabajo contribuya a visibilizar la tragedia que viven los niños solos en EE.UU. y agradece a la organización que sirve de plataforma. «Cuando un niño duele, todos nos duelen», escribe.
Entre los agradecimientos por el trabajo de dramatización están los créditos de quienes aparecen en el video. Menciona al juez retirado William Snouffer, «quien aceptó regresar al banco por solo un día», manifestó.
Además el profesor de derecho Robert Miller, de la Universidad Estatal de Arizona, quien desempeñó el papel de abogado del gobierno. Sean Rawson del Servicio de Consejería de Inmigración, que aceptó ser el traductor de la corte. » A nuestro increíble personal de ICS y amigos que se presentaron con sus hermosos hijos para interpretar los roles de los no acompañados».
Relato del vídeo
”¿Sabes lo que es un abogado?”, pregunta el juez. “No sé”, responde un niño sentado en una silla y cuyos pies no tocan ni al suelo en una recreación colgada en las redes por Now T. “¿Tienes abogado?”. “No”.
Estas son las dos preguntas con las que el juez de inmigración William Snouffer comienza las vistas cuando tiene delante a un niño migrante. Las negativas son respuestas que dan ´los menores de cinco años que miran al juez una mezcla de incomprensión y miedo.
