TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En Honduras, el 10 de septiembre se conmemoró el Día del Niño, fecha en que se busca promocionar su bienestar y sus derechos. Durante ese día se acostumbra regalar juguetes, por lo que es como una segunda Navidad para ellos. Además, hay esfuerzos para organizar actividades lúdicas como piñatas y en las escuelas se toma como si fuera un día festivo, pero los verdaderos problemas no se solucionan.
Sin embargo, esta fecha no cumple su objetivo cuando se trata de miles de niños hondureños que viven en la intemperie, obligados a trabajos forzosos, sin acceso a la educación y expuestos a la violencia que se vive en las calles, violentándoles así sus derechos fundamentales.
El director de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN), Wilmer Vásquez, anteriormente detalló que la niñez y la adolescencia representan casi el 50 % de la población total de casi 10 millones de habitantes, donde más del 70 % son personas menores de 18 años.
En ese sentido, informó que actualmente hay al menos 15 mil niños y niñas en condición de calle en Honduras.
Le puede interesar: ACNUR: Más de 1,100 menores han sido desplazados forzosamente
Vulneración de derechos
En ese sentido, la Coordinadora de la Defensoría de la Niñez y la Familia del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Dayana Reynaud, informó a Diario TIEMPO que existen varias situaciones que enfrentan los niños en el país.
Entre las mayores vulneraciones hizo mención al derecho a la vida, la salud y la educación. Asimismo, «otros flagelos que enfrentamos en el país como ser el trabajo infantil, la migración de niños acompañados y el crimen organizado. Este último empieza a tomar menores de 12 años, debido a que estos no entran en el sistema penal y también tenemos lo que es la trata de personas».
En cuanto a los menores que hoy en día se encuentran en condición de calle, explicó que esta situación se origina por varios factores, entre ellos, la pandemia del COVID-19. Igualmente, le atribuyó este problema a los huracanes Eta e Iota en 2020. «Entonces muchas personas quedaron sin empleo y también tenemos en cuenta que la canasta básica ha subido increíblemente y hace difícil que las personas puedan subsistir el día a día», añadió.
Indiferencia en la sociedad
La indiferencia es una actitud muy frecuente, corrompe la justicia y la verdad, afectando en este caso a miles de niños y adolescentes que viven en la intemperie.
En referencia a ello, la coordinadora Reynaud dijo que para contrarrestar este tipo de actitudes se debe educar a la población.
«Para empezar, siento que hay que educar a la población. En primer lugar sensibilizando y educándole sobre los derechos del niño, porque este tipo de mendicidad está en lo que es el trabajo infantil», dijo la defensora de la niñez.
En referencia a la participación de menores en maras y pandillas, aconsejó que para combatir este fenómeno se debe llevar a cabo la creación de un programa de reinserción. Esto debe darse porque muchos jóvenes al salir de centros pedagógicos, cuenta con una vía: regresar a grupos antisociales.
«Hay niños y jóvenes que recurren a estructuras criminales porque no tienen otra opción o no hay programas que les permita seguir estudiando o les ayude a conseguir un empleo. Entonces mientras permanezca este ciclo y no tengamos un programa de reinserción social, esta situación continuará incrementándose», comentó Reynaud.
Instituciones de apoyo
De igual manera, detalló que pese a que en el país existen varias instituciones que velan por la protección y derechos de los niños, no cuentan con el presupuesto necesario para llevar a cabo proyectos que ayuden a la niñez hondureña.
Asimismo, invitó a los hondureños a denunciar cualquier acto que refleje la vulneración de derechos a la niñez. «Para denunciar tenemos la linea 110 del Dinaf, también tenemos nuestra línea que es 24/7 del CONADEH, para poder denunciar estos actos donde las madres exponen a sus hijos a diversos peligros, donde se le desatiende la educación y una infancia saludable».
Culpabilidad de la sociedad
La directora del Instituto Nacional Para la Atención a Menores Infractores (INAMI), Persis Zaldívar, manifestó a TIEMPO que, pese a que varias instituciones y el gobierno han realizado varios esfuerzos para ayudar a menores en condición de calle o con falta de oportunidad, la sociedad también debe jugar un papel para dar protección y apoyo a la niñez hondureña.
«Los padres responsabilizan al Estado ante la situación, pero la sociedad tiene un poco de culpa sobre el derecho del niño, porque nosotros somos indiferentes, vemos la mendicidad que hay y no hay una voluntariedad de la sociedad de poder ayudar a esos niños», comentó la subcomisionada Zaldívar.
De igual manera, expresó que la sociedad normalmente culpa a las instituciones policiales y no a los padres y a la sociedad. «La seguridad de los niños es problema de todo el país».
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.
