Redacción. Niños con quemaduras graves en diferentes partes de su cuerpo siguen ingresando a la sala de emergencia del Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq), en Tegucigalpa, situación que enciende las alarmas sobre los cuidados de parte de los adultos.
En su mayoría, los menores resultan con estas afectaciones por accidentes que se suscitan en el hogar. Un factor que marca tendencia es la manipulación de líquidos calientes en el área de la cocina, seguido de algunos inflamables usados de manera riesgosa.
Alfredo Ortiz, portavoz del Cehniq, detalló a Diario Tiempo que en lo que va del 2025 (enero-mayo), «al centro asistencial han ingresado 9 niños con quemaduras graves en su cuerpo a consecuencia de la manipulación de líquido inflamables, entre ellos gas y gasolina».
Del mismo modo, comentó que de estos 9 casos, 5 provienen del occidente del país, de departamentos como Santa Bárbara, Copán y Lempira. Entre tanto, los 4 restantes son originarios de Olancho, Francisco Morazán y Colón.
Las edades en las que oscilan los pacientes es de 8 a 15 años, sentenció Ortiz. A su vez, remarcó que han resultado quemados «al momento que sus padres intentar encender un anafre y usan gasolina como factor para la flama».
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Otros factores
Según Ortiz, otro factor que conlleva a que niños resulten quemados gravemente por flama, es la venta clandestina de gasolina sin las medidas de seguridad necesarias. Es decir, que los padres la adquieren y mantienen en el hogar sin ninguna precaución.
«Al día de hoy la sala de hospitalización del Centro Hondureño para el Niño Quemado se mantiene con 10 infantes ingresados. En su mayoría, es por líquidos calientes«, comentó el portavoz institucional.
Entre otros líquidos calientes con los que se queman los niños figuran: agua hirviendo, café, sopas instantáneas, cernada de maíz y agua para preparación de alimentos al vapor como nacatamales.
Cada caso, según Ortiz es diferente y no todos los niños necesitan de los mismos insumos o medicamentos. Sin embargo, sentenció que, «el promedio de costo de atención (por niño) es de 30 mil lempiras mínimo y pueden permanecer en el Cehniq hasta más de un mes.
Caso reciente
El portavoz institucional señaló que un caso reciente de quemaduras severas en el cuerpo es el de un pequeño de 14 años, de nombre Daniel. Él es procedente del departamento de Colón, zona litoral de Honduras.
«Él sufrió quemaduras graves de segundo, tercer y cuarto grado en el 35% de su cuerpo; afectando cara, cuello, ambas extremidades superiores (brazos), tórax anterior y posterior», resaltó Ortiz.
El menor ingresó al centro asistencial especializado en la capital de la república desde el pasado 12 de mayo del año en curso, en una condición crítica, procedente del Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, donde le brindaron los primeros auxilios.
Debido a la gravedad del caso, Daniel tuvo que ser trasladado desde la capital industrial hasta Tegucigalpa a bordo de una aeronave de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
«Al llegar al Cehniq, a Daniel se le ingresó a la sala de cuidados intensivos por la severidad de las afectaciones que sufrió luego de que explotara un chimbo de gas en su casa de habitación, generándose un incendio donde salieron tres personas quemadas», añadió Ortiz.
Daniel está hospitalizado desde la noche del 12 de mayo del presente año. No obstante, es posible que permanezca un mes más, ya que los médicos deben vigilar su evolución.
Ante este contexto, el portavoz del Cehniq contó que, «al infortunado adolescente le espera un largo proceso de recuperación. Además del tiempo de hospitalización, tendrá que continuar con sus tratamientos a través de la consulta externa».
Labor de la FAH
Un aspecto que destacó Alfredo Ortiz es que, tener la disposición de las aeronaves de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) es fundamental, para poder salvar la vida de los niños que sufren lesiones graves a consecuencia de las quemaduras.
«Reducir el tiempo de traslado de un infante quemado, y que este llegue de manera inmediata al Centro Hondureño para el Niño Quemado, determina el pronóstico del paciente. Es decir que entre más rápido llegue tiene mayor probabilidad de vivir, además, tiene un pronóstico de recuperación a nivel quirúrgico y a nivel de rehabilitación», sentenció.
Ante esta situación, las autoridades del centro asistencial continúan haciendo un llamado enérgico a los padres de familia y a los adultos en general, para que sean más responsables y cuidadosos con los líquidos y superficies calientes, con el fin de evitar que un niño tenga que vivir con una cicatriz de por vida.