Redacción. Como cada 10 de septiembre, los niños de Honduras celebran su día, y este año lo harán en medio de adversidades y en una sociedad que no les ofrece el mejor entorno para crecer y desarrollarse.
La celebración del Día del Niño data de 1994, cuando la Sociedad de Naciones de la Declaración de Ginebra lo decretó en reconocimiento de los derechos de los niños. Así fue como se acordó el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño.
Aunado a eso, en el mismo 1994, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó que cada nación estableciera una fecha propia para celebrar el día de los menores de edad.
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Obedeciendo a este mandato, el 31 de mayo de 1990, Honduras ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño mediante el decreto número 75-90, donde se fijó el 10 de septiembre como el Día del Niño en nuestra nación.
El decreto también señala que se debe garantizar a la niñez el acceso a su bienestar general. Seguidamente, en 1996 se aprobó el Código de la Niñez y la Adolescencia en el país, con el fin de proteger y hacer cumplir los derechos de los niños.
Celebrar y generar conciencia
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a la fecha en Honduras viven 9.7 millones de personas, de las cuales 2.7 millones son niños y niñas de entre 3 a 17 años de edad.
Lamentablemente, esta enrome cantidad de infantes no gozan de la calidad de vida que se merecen. Según datos de la organización humanitaria Visión Mundial, el trabajo infantil para subsistir crece cada año. El INE fija la cifra de niñas y niñas obligados a trabajar en unos 411.000.
Visión Mundial señala que los niños que se encuentran en esta situación representan el 20% de la población de entre 5 y 17 años. Sumado a lo anterior, con la llegada de la pandemia por el Covid-19, la deserción estudiantil incrementó. Y para este 2023 se contabilizan 1.5 millones de menores de edad fuera del sistema educativo en Honduras.
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Según las cifras de la Coordinación de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), en el primer semestre de este año, más de cinco mil menores que migraban de forma irregular fueron retornados a Honduras. Esta cifra refleja el incremento del flujo migratorio de niños hacia el exterior por los problemas que vive el país.
Aprovechando la fecha, diferentes sectores de la sociedad hondureña piden a las autoridades que se ejecuten estrategias que generen las condiciones adecuadas para el adecuado desarrollo de los niños en Honduras.
