La Paz, Honduras. El caso sobre la muerte del menor Elvis Domínguez Rodríguez en Marcala, La Paz, ha tomado un giro inesperado, debido a que la Policía Nacional constató que él mismo se disparó accidentalmente con una pistola que estaba en su casa, descartando así la hipótesis preliminar que sugería que fue víctima de la delincuencia, como argumentó su padre.
El trágico fallecimiento del pequeño ha causado consternación y tristeza en el municipio de Marcala. El cuerpo del niño, con un disparo en la cabeza, ingresó a la morgue del Ministerio Público de Tegucigalpa durante la madrugada de ayer, miércoles y horas después se les entregó a sus familiares.
Tras conocerse el hecho, los agentes policiales iniciaron con la recolección de indicios y la investigación pertinente. El padre del menor sostuvo que la muerte de su hijo era una respuesta en venganza de parte de la banda «Los Ardillas», con quienes tiene una aparente enemistad.
Sin embargo, los uniformados se movilizaron hasta la vivienda donde aconteció la tragedia en la comunidad de Sabanetas en Marcala. Allí descartaron la información inicial.
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¿Cómo localizan la pistola?
La Policía Nacional destacó que en menos de 24 horas se logró esclarecer lo que en realidad pasó en este caso y cómo fue que el menor perdió la vida.
Para ello se ejecutó un allanamiento de morada con orden judicial de parte de los uniformados asignados a la Unidad Departamental de Prevención (UMEP-12). A ellos los acompañaron elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC).
Las investigaciones y recolección de datos de los familiares que se desarrollaron con el apoyo de un psicólogo del Ministerio Público, establecen que el menor Elvis Domínguez Rodríguez manipuló el arma de fuego calibre 22 milímetros que estaba en su casa. Al parecer, jaló el gatillo, disparándose en la cabeza de manera accidental.
Una vez que se conocieron estas declaraciones, los técnicos oculares realizaron una inspección completa del domicilio. Minutos después, localizaron el arma de fuego, un revólver, en una letrina.
Los relatos establecen que la madre del menor la lanzó allí después de lo sucedido y que llevaron al niño a un centro asistencial en el afán de salvarle la vida. Los agentes procedieron a verificar en el sistema. Determinaron que el arma no presenta registro balístico ni reporte de que se usó en algún hecho delictivo.
Descartan la versión del padre
Con estas investigaciones e inspecciones in situ, las autoridades policiales descartaron la primera hipótesis que presentó el padre del menor, el supuesto ataque de parte de «Los Ardillas».
Los expedientes policiales añaden que todos los integrantes de esta banda se encuentran en prisión en el centro penal de Marcala y también en El Salvador.