Tegucigalpa, Honduras. Un menor de nueve años que permanecía hospitalizado en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (CEHNIQ) falleció este lunes a causa de las graves quemaduras que padecía.
El infante correspondía al nombre de Edson Flores Mejía, originario del departamento de Lempira.
El portavoz de CEHNIQ, Alfredo Ortiz, informó que el menor sufrió quemadoras de primer, segundo y tercer grado en su tórax y abdomen cuando una candela le cayó sobre la superficie corporal.
Tras el hecho, Edson fue trasladado al Hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula. Luego lo llevaron al CEHNIQ, donde permaneció internado durante dos meses, hasta este lunes que se reportó su deceso a causa de un paro respiratorio.
El cuerpo del menor será trasladado a Lempira luego de que el Ministerio Público realice las acciones correspondientes.
El Centro Hondureño para el Niño Quemado (CEHNIQ) mantenía únicamente cinco niños ingresados, incluyendo a Edson. Es considerada una baja incidencia de casos.
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Niños entre 0 y 13 años, los más afectados por quemaduras
El doctor Omar Mejía, cirujano plástico y presidente de la Fundación por la Vida del Niño Quemado (Fundaniquem), comentó que el centro atiende desde recién nacidos hasta jóvenes de 18 años de edad. Sin embargo, el rango de los afectados va de los 0 a 13 años.
«Las edades más frecuentes de niños que vienen aquí con quemaduras andan caminando, de 4, 5, 8, 9, 10 años. Son los niños que andan más inquietos, buscando socializar y muchas veces los pequeñitos están pegados con la madre, quien tiene algo caliente en mano y pasan los accidentes», explicó.
En ese sentido, destacó que se deben implementar mecanismos de educación, para así poder prevenir las quemaduras en los menores de edad.
«Se necesita educar, esto va de la mano con la limitación económica, con la pobreza. La mayoría, el 100% de los niños que se atienden aquí son de extrema pobreza. Al tener esa situación hay extrema ignorancia y desconocimiento de los peligros», aseguró el galeno.
El doctor mencionó que debido a estas situaciones, pasa por desapercibido si hay una olla con líquido caliente, o un agujero con fuego y es donde los niños sufren los accidentes.