Redacción. Un niño de entre 8 y 10 años de edad perdió la vida de manera trágica, luego de que el microbús donde se transportaba sufriera un percance y cayera a la corriente del río Ulúa en el Malecón, Gualala, Santa Bárbara.
De acuerdo con algunos reportes de medios locales, el conductor del automotor perdió el control, cayendo de una altura de 8 metros a orillas del río. Seguido del fuerte impacto, el busito se sumergió en las aguas.
Personas que transitaban por la zona llamaron de inmediato al sistema de emergencia, por lo que elementos del Cuerpo de Bomberos de Honduras se movilizaron rápidamente al lugar para hacer lo suyo.

Una vez finalizadas las labores de rescate, las autoridades informaron que a bordo del vehículo solo iban dos personas: el conductor y un menor.
El chófer resultó con heridas graves y fue encontrado a la orilla del río Ulúa. De inmediato, fue trasladado a un centro asistencial en Santa Bárbara.
Lea además: Accidente en la Circunvalación de SPS deja tres personas heridas
Murió ahogado
Sin embargo, quien se llevó la peor parte fue el niño, que viajaba como pasajero, ya que quedó atrapado dentro del vehículo, el cual se sumergió a una profundidad de al menos 10 metros.
Como consecuencia, la causa de muerte fue por sumersión. Buzos del Cuerpo de Bomberos, utilizando el equipo necesario, se adentraron en el río Ulúa para recuperar el cuerpo del menor y proceder con el levantamiento cadavérico.

Luego de completar el proceso legal correspondiente, las autoridades trasladaron el cuerpo a Medicina Forense en San Pedro Sula. Ahí le realizarán la autopsia y, posteriormente, lo entregarán a sus familiares.
Las autoridades identificaron al menor únicamente como Elmer. Según algunas fotografías que circulan en redes sociales, a pesar de su corta edad, era un niño trabajador que se esforzaba por contribuir al sustento de su hogar.

Según los reportes, el menor vendía mostaza y otras verduras en la comunidad de El Rodeo, municipio de Trinidad, Santa Bárbara. Las personas que lo conocieron lamentan profundamente su muerte, lloran su partida y piden a Dios por su descanso eterno, así como consuelo para su familia.