Redacción. La tranquilidad de una tarde en Baytown, Texas, se rompió abruptamente cuando un suceso impensable sacudió a la comunidad. Un niño de tan solo 13 años es señalado como el responsable de disparar y darle muerte a su compañera Anaya Zachary, de 14 años, en un patio de juegos cercano a su complejo de apartamentos.
Según reportaron medios locales como ABC 13 y Fox 26, el ataque ocurrió el viernes 21 de marzo alrededor de las 16:00 horas, tras una disputa entre ambos estudiantes en el autobús escolar.
De acuerdo con la información proporcionada por Fox 26, Anaya fue trasladada de inmediato a un hospital, donde lamentablemente fue declarada sin vida.
Un representante del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Goose Creek (CISD por sus siglas en inglés) confirmó que el tiroteo tuvo lugar después del horario escolar y cerca de la residencia de la víctima.
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Hasta el momento, las autoridades no han revelado los cargos que enfrenta el presunto agresor, siendo menor de edad, quien permanece bajo custodia de la policía.
Según declaraciones recogidas por KPRC 2, Sonya Stanford, madrina de Anaya, el conflicto entre los dos adolescentes comenzó en el autobús escolar mientras regresaban a casa. Stanford detalló que, después de la pelea, el niño se bajó del autobús. Luego, regresó a su casa y apareció en el patio de juegos donde se encontraba Anaya.
Stanford relató que el agresor llegó al lugar vestido completamente de negro y con una máscara del mismo color. Según su testimonio, el niño llamó a Anaya por su nombre antes de dispararle cuatro veces. “Se fue a casa. Se vistió de negro, se puso una máscara negra, regresó y llamó a mi bebé por su nombre. Y, le disparó cuatro veces”, afirmó Stanford al medio.
Futuro prometedor
Anaya Zachary, descrita por su madrina como una “niña dulce” y una estudiante destacada, había estado viviendo con Stanford en el complejo de apartamentos durante el último año. La mujer recordó a su ahijada como una joven respetuosa y educada, que siempre respondía con un “sí, señora” o “no, señora”.
“Era una niña dulce, una estudiante con honores. Nunca tuvo problemas. (Sí, señora, no, señora. Gracias, no, gracias). Era una bebé dulce”, recordó Stanford.
Stanford expresó su dolor y frustración no solo por la pérdida de Anaya, sino también por las circunstancias que permitieron que el presunto agresor tuviera acceso a un arma de fuego. “Deberías haber guardado tu arma para que tu hijo de 13 años no la hubiera cogido y le hubiera disparado a mi hijo. Estoy muy dolida y muy decepcionada”, declaró.
El caso ha generado interrogantes sobre cómo un menor de 13 años pudo acceder a un arma de fuego. Aunque las autoridades no han confirmado si los padres del presunto agresor enfrentarán cargos, Stanford señaló que considera a los tutores del niño parcialmente responsables de lo ocurrido.
Este incidente se pone nuevamente en el centro del debate la seguridad en el acceso a las armas de fuego y la responsabilidad de los adultos en su manejo.
Caso abierto
Hasta el momento, ni el Departamento de Policía de Baytown ni el CISD de Goose Creek han emitido declaraciones adicionales sobre el caso. Según ABC 13, las investigaciones continúan mientras la comunidad intenta procesar la tragedia que ha dejado a una familia devastada y a un vecindario conmocionado.
Mientras las autoridades avanzan en la investigación, el caso sigue esperando resoluciones que puedan determinar el castigo para el menor y también para los tutores.
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