ESTADOS UNIDOS. Santiago es un niño hondureño de 3 años, él nació con una malformación en su pierna derecha y su madre, entre lágrimas, pide ayuda a través del canal internacional Univisión, para que su hijo pueda tener un tratamiento médico.
Lejos de deprimirse por perder a su segundo bebé, la hondureña Gisella Paz Rivera hizo un pacto con Dios, para que le concediera el deseo de ser madre. Con su fe a prueba de todo, pronto quedó embarazada de su anhelado Santiago.
Sin embargo, en medio de la alegría de por fin tener a su bebé en brazos, pronto se dio cuenta que Santiago había nacido con una malformación en su pierna derecha, sin imaginar que les sería casi imposible encontrarle una cura.
A pesar del contexto adverso, Gisella y su esposo José se entregaron en cuerpo y alma para tratar de encontrar una solución. Así, vieron cómo hasta 6 doctores atendieron a su bebé, sometiéndolo a dolorosos tratamientos.
“Le pusieron 10 clavos en una pierna; era algo inhumano”, recuerda con angustia Gisella, quien junto a José decidió que un año y medio de búsqueda en su natal Honduras era tiempo suficiente.
Una tragedia se avecinaba
Así, la pareja decidió ahorrar cada centavo que su trabajo les daba para tratar de encontrar una solución médica para su hijo en otro país; fue entonces cuando la tragedia llegó hasta las puertas de esta familia.
En julio, a 10 días de haberse vacunado contra el covid-19, José comenzó a sentir un fuerte dolor en una de sus piernas. Aunque el primer diagnóstico arrojó que se trataba de un malestar muscular, pronto sería ingresado de emergencia en el hospital, donde fue diagnosticada una trombosis.
A medida que su salud empeoraba, Gisella se acercaba hasta donde yacía enfermo y le pedía que volviera en sí para que no la abandonara. “Iba corriendo y se lo suplicaba”, rememora la mujer entre lágrimas.
Gisella tuvo que afrontar la difícil realidad de enterrar a José, quien falleció el 11 de agosto a causa de un infarto, luego de que sus pulmones colapsaran, y debió tratar de explicarle a su pequeño Santiago de que se quedaba sin el calor de su papá.
Afligida por todo lo que habían tenido que vivir, un día Gisella vio una edición de Primer Impacto y decidió escribir una carta al programa para dar a conocer el caso de su hijo y solicitar ayuda.
“Sé que allá afuera hay especialistas, fundaciones y muchas personas que podrían ayudarlo; por eso me animé a escribirles”, dice Gisella, esperanzada de encontrar a la persona indicada que le cambie la vida a Santiago.
Si quieres ayudar a Santiago puedes llamar al número telefónico 011 (504) 9896-3105.
Fuente: Univisión.
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