Internacional. Un niño hondureño fue una de las dos personas encontradas muertas cerca de la barrera de boyas que Texas instaló en el Río Grande para disuadir a los migrantes, dijeron funcionarios mexicanos el jueves.
“Ninguna buena persona haría esto”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa diaria. “Esto es inhumano y ninguna persona debe ser tratada así”.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas negó que alguno de los migrantes muriera al enredarse en las barreras instaladas en las últimas semanas. La oficina del gobernador enfatizó que la muerte del niño ocurrió millas río arriba.
“El gobierno mexicano está rotundamente equivocado”, dijo Andrew Mahaleris, portavoz de Abbott. “Desafortunadamente, los ahogamientos en el Río Bravo por personas que intentan cruzar ilegalmente son muy comunes.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México anunció las muertes cerca de Eagle Pass, las primeras relacionadas con las nuevas barreras de 1,000 pies, el miércoles. Además, confirmó el jueves que uno de los cuerpos era el de un niño de Honduras.
Aproximadamente tres millas río abajo, se vio el cuerpo de otra persona, atrapado en la barrera que los críticos consideraban «trampas mortales» que seguramente causarían una tragedia en nombre de la seguridad.
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Boyas de Abbott
En Casa Dignidad, un refugio para migrantes en Piedras Negras, México, al otro lado del río desde Eagle Pass, la hermana Isabel Turcios lamentó las muertes y reprendió al gobernador.
“Las boyas de Abbott son como una trampa tendida para los migrantes”, dijo. “Esta es una situación aterradora. No detienes la migración colocando trampas mortales… Tratas a los humanos como seres humanos, no como animales”.
Pero Mahaleris, el vocero del gobernador, señaló que cuatro migrantes se ahogaron en el río a principios de julio, antes de que se instalaran las barreras.
“Nadie se ahoga en un puente”, escribió el gobernador el mes pasado al presidente Joe Biden, rechazando una demanda del Departamento de Justicia de eliminar las barreras.
La construcción comenzó hace cuatro semanas, como la última escalada en el esfuerzo de seguridad fronteriza de $ 10 mil millones de Abbott denominado Operación Lone Star.
El 24 de julio, el Departamento de Justicia solicitó a un tribunal federal que ordenara a Texas que retirara las barreras, argumentando que se instalaron sin los permisos requeridos antes de la construcción en una vía navegable. El juez aún no se ha pronunciado sobre la solicitud.
Las barreras comprenden boyas de 4 pies de diámetro, unidas en longitudes de 1,000 pies. No están envueltos en alambre de púas como indicaron los primeros informes, pero hay tiras de metal afiladas entre cada uno, asegurando cortes para cualquiera que intente escalar a través del estrecho espacio.
Hallazgo de cuerpo
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, dijo que el DPS de Texas había alertado al consulado en Eagle Pass que se encontró una persona muerta pegada a la barrera cercana.
El portavoz del DPS, Travis Considine, dijo que la agencia recibió un informe “de una posible víctima ahogada flotando río arriba de la barrera marina. El DPS luego notificó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. y al Consulado de México. Más tarde ese día se descubrió un cuerpo en la barrera marina”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó más tarde del hallazgo del segundo cuerpo, el del niño hondureño, río arriba. Los funcionarios del DPS dijeron el jueves que no estaban al tanto de esa segunda muerte.
No está claro cómo murió cualquiera de las personas. Funcionarios mexicanos estaban trabajando para identificar a las víctimas y de dónde habían venido.
Aparte de las boyas, que están ancladas al lecho del río, Texas ha colocado unas 60 millas de alambre de púas a lo largo de la orilla del Río Grande.
Tanto México como el Departamento de Estado de EE.UU. consideran que las barreras instaladas por Texas son una violación de los tratados que ambos países firmaron en 1944 y 1970.
El gobierno federal tiene la autoridad exclusiva sobre los asuntos exteriores y la política de inmigración de los EE. UU. También es responsable de la seguridad fronteriza.
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