Las niñas entre las edades de 10 a 17 años son la población más perseguida por los grupos organizados dedicadas a la trata de personas, según los datos que maneja la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas (CICESCT).
Y es que únicamente durante los primeros meses de este 2024, las autoridades hondureñas han rescatado a 21 víctimas de las redes de la trata de personas, todas del sexo femenino.
Los reportes arrojan que del total de personas rescatadas, 17 son niñas entre las edades mencionadas, obligadas al trabajo sexual y a realizar pornografía infantil. Sumadas a ellas, cuatro mujeres entre 19 a 35 años de edad rescatadas, una de ellas reclutada para delinquir.
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De acuerdo con las fuentes consultadas por Diario TIEMPO, en los últimos años Honduras se ha convertido en un país de tránsito, origen y destino para la trata de personas, puesto que han rescatado individuos de distintas nacionalidades de la región, siendo explotados sexual y laboralmente en el territorio nacional.
Tampoco hay que desconocer que los menores de edad del sexo masculino también en un alto grado son víctimas de este flagelo, pero su destino es diferente al de la niñas. En su mayoría termina en la explotación laboral o reclutamiento para fines delictivos.
Expertos señalan que las víctimas rescatadas cuentan con graves daños psicológicos, físicos y un resentimiento con la sociedad. Incluso, en algunos caso los jóvenes buscan el suicidio.
Casa hogar
El 30 de julio de 2023 el Poder Judicial emitió una orden de captura contra del pastor evangélico Óscar Bernardo Serrano Barahona, director de la casa hogar Corazón a Corazón de Puerto Cortés, acusado por los delitos de trata de personas para trabajo forzado, adopción irregular y abuso sexual contra las niñas.
Según testimonios, castigaba a los niños refugiados a trabajar en la construcción de su colegio bilingüe o en su finca de café, el cual vendía en la página web de la casa hogar. Las jornadas de trabajos tenían horarios extendidos y sin retribución económica alguna.
Mientras que a las niñas al cumplir los 15 años les hacía una fiesta, luego las llevaba a vivir a su casa, donde comenzaba a abusar sexualmente bajo amenazas de que si lo denunciaba haría lo mismo con sus hermanos menores.
Una de las víctimas con apenas 16 años resultó embarazada, Serrano le dio pastillas abortivas, pero no tuvieron efecto. Luego la envió a Estados Unidos para que naciera el bebé, la obligó a darlo en adopción y regresar a la casa hogar.
Así lo detalla la investigación de las autoridades hondureñas que afirman que el sujeto continúa como prófugo de la justicia.
España
Otro caso reciente se dio en julio de este año, cuando autoridades españolas entregaron a funcionarios hondureños a Lourdes Concepción Trejo Andrade, de 42 años y originaria del municipio de Villanueva. La hondureña convenció a una mujer de dar en adopción a su bebé, el cual tuvo como consecuencia un abuso sexual.
Bajo engaños de su deseo por tener un bebé y no poder procrearlo, atendió a una embarazada y al dar a luz la obligó a firmar una hoja para llevarse el bebé de Sabanagrande para registrarlo como hijo de ella.
La Policía Nacional sostiene que Trejo pertenece a una red de trata de personas. Su función era engañar a madres primerizas para que den en adopción a sus hijos. La mujer cuenta con un proceso judicial en el país.
Niños reclutados para delinquir
Sobre el tema, para la coordinadora jurídica de Casa Alianza, Cesia Portillo, la mayor cantidad de víctimas son niñas, pero los niños son obligados a delinquir en el país.
«Las victimas de trata están siendo explotadas sexualmente en mayor cantidad las niñas y los varones en reclutamiento forzado. Los utilizan, luego las autoridades los criminalizan y los tratan como delincuentes, pero no investigan las causas reales», manifestó.
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Portillo es del criterio que las instituciones encargadas de investigar, perseguir y detener el delito en el país no cuenta con los recursos económicos ni el personal capacitado para hacerle una «guerra directa».
«Le debemos apostar a la concientización para la prevención de la trata de personas. Así como una reforma al Código Penal para agregar los delitos mediante las herramientas digitales e incrementar las penas», cerró.
Prioridad a la prevención
La gerente de proyectos de la ONG, Save the Clindren, Ligia Mencía, coincidió que se debe dar prioridad a la prevención del delito para que las comunidades, padres de familia y los menores de edad puedan identificar a los involucrados en las redes de trata.
«Save en cada uno de los espacios realiza acciones de prevención, enfocadas en sensibilizar a la población. Buscamos que las comunidades, niñas y mujeres identifiquen los riesgos y modalidades que cada vez están cambiando», indicó.
Mencía explicó que con la concientización de la población se incrementarán las denuncias. Aunque recalcó que existe una desconfianza de la población hacia los operadores de justicia.
«Necesitamos fortalecer la atención que se le da a los sobrevivientes de trata de personas. Vamos a continuar dando fuerza a las comunidades para que denuncien. Esperamos tengan la respuesta adecuada que permita la atención correcta, para retomar la confianza que debe tener la población en los operadores de justicia», concluyó.
Aunque se fortalezca la prevención y cultura de denuncia, los hondureños desconfían de los operadores de justicia. Puesto que, en diferentes casos, se ha judicializado uniformados y hasta fiscales coludidos con el crimen organizado, lo que vuelve más difícil la judicialización de este delito.