OLANCHO, HONDURAS. Cuando todo parecía ir en contra y cuando había diagnóstico reservado, una niña hondureña se convirtió en un «milagro», luego de que pudiera moverse y hablar tras quedar en estado vegetal.
Se trata de Katherine Sánchez, una niña de 12 años, originaria de Santa María del Real, Olancho, quien recibió una bala pérdida en su cabeza, provocando que quedara postrada en una cama.
A principios del año 2021, la vida de Katherine y sus padres cambió radicalmente, pues una persona desconocida habría hecho disparos al aire.
Tras el terrible incidente, la menor fue trasladada a un centro asistencial de Tegucigalpa, sin embargo, los médicos no pudieron sacar la bala.
«Le dieron de alta y dijeron iba a vivir así, pero a los 10 días de estar en casa, la niña no tenía movimientos, pasaba dormida, la llevaron de nuevo y la bala había recorrido hasta el mesencéfalo que es encargado de los movimientos postulares», dijo Elisabeth Flores, maestra de la pequeña.
De acuerdo con la información brindada por los médicos, no había forma de extraerle la bala y ella iba a quedar en estado vegetativo persistente secundario.
Sus padres, maestra y allegados realizaron varias actividades, hablaron con especialistas y solicitaron una visa para llevarla a los Estados Unidos, para que se le brindara otra opinión médica, sin embargo, no tuvieron respuesta.
«Estuvimos atadas de pies y manos, porque al hospital que solicitamos apoyo pidió como requisito el 50 % del pago del seguro médico. Lastimosamente, ningún médico del Materno Infantil quiso apoyar en este problema», contó Flores.
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Complicaciones
Sus padres nunca se resignaron que su pequeña quedara en su ese estado, pues desde el fondo de su corazón sabían que Dios iba a realizar el milagro.
Pasaban los días y la niña tenía más complicaciones, en una ocasión tuvo que ser internada de nuevo.
«Empezó a sufrir altas fiebres, escalofríos, se llevó nuevamente al hospital y le trataron una infección que posiblemente haya sido causada por derrame de la pólvora de la bala», explicó la maestra.
Para los padres de Katherine era cada vez más difícil, pues soñaban con un buen futuro para su hija y sufrían al no poder recibir sus abrazos, sus besos y escuchar su voz.
«Extrañamos sus abrazos, sus besos y los te amo que nos daba cada día», dijo su padre, tiempo atrás, a un medio de comunicación.
La bala se movió de lugar
Los meses pasaban y todo parecía seguir igual. Pero en septiembre del 2021 un milagro ocurrió y es que la pequeña comenzó a hablar y moverse.
«En septiembre, la niña empezó a moverse y a levantar los brazos, luego empezó a hablar, la bala se había movido al occipital, lo que ha permitido un gran progreso de recuperación«, comentó la maestra.
De acuerdo con el diagnóstico médico, hubo una migración del proyectil y este va continuar migrando por peso y gravedad.
Katherine cada día lucha por retomar su vida normal e incluso pudo continuar sus estudios. Sus padres le piden a Dios que se le pueda extraer esa bala de su cerebro.
«Actualmente recibe sus terapias en la Teletón Catacamas y es evaluada por el neurólogo, Marco Tulio Medina. Las últimas tomografías indican que la bala ha emigrado al cerebelo en el 4 ventrículo. Está rodeada de líquido y quizá se encapsula o emigre hacia un lugar menos peligroso para extraer la bala», comentó la maestra.
Katherine cursa el octavo grado y su sueño es ser modista. Sus padres luchan diariamente para darle una mejor vida y que ella esté fuera de peligro.
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