Redacción. Con un gesto de bondad y agradecimiento, una niña de Guatemala sorprendió al reconocido influencer japonés, Shin Fujiyama, al regalarle una alcancía con sus ahorros para contribuir a la construcción de escuelas en Honduras.
El gesto sin duda conmovió al influencer, ya que no importaba si las monedas eran pocas, sino la intención de la pequeña en apoyar la causa. Incluso, a Shin se le salieron las lágrimas ante este enorme gesto de una niña.
«Mi gente, una niña chiquita aquí en Guatemala, me donó esa alcancía, nunca supe el nombre de la niña. Pero el gesto de la pequeña vale más que cualquier fortuna», agregó Shin en un video en redes.
En la alcancía la pequeña escribió «ánimo Shin tú puedes, te dono mis ahorros para que puedas construir escuelas para niños y niñas como yo, no es mucho, pero te lo doy con todo mi corazón».
Ante este detalle tan enromé, Shin agredió a todas las personas, incluyendo a los niños en Guatemala, por el constante apoyo que ha recibido. Asimismo, Shin afirmó que el respaldo le ayudan a seguir adelante con su reto.
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«Gente, niños y niñas de Guatemala, muchas gracias por el apoyo de ustedes, vamos a conseguir muchas escuelas, eso tal vez son moneditas, pero para mí, para la fundación y para las escuelas vale demasiado, gracias, vamos por esas mil escuelas» dijo Shin.
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Reto de construir escuela en Honduras
Actualmente, Shin se encuentra en Guatemala, continuando con su impresionante reto de 3000 km en favor de la educación de Honduras. Viene corriendo desde la frontera de Estados Unidos y pretende llegar hasta Honduras.
Con este reto, Shin busca recaudar fondos para construir 10 escuelas que están en estado deplorable.
Una de ellas, la escuela Dionisio de Herrera, ubicada en San Pedro Sula, tiene 91 años en malas condiciones y representa un peligro para los niños que reciben clases en dicho centro.
A lo largo de su recorrido, Shin ha sufrido todo tipo de inconvenientes físicos, como insolación, lesiones e inclusive una infección bacteriana en el estómago.
Shin Fujiyama espera finalizar este extremo y cansado reto en menos de tres meses aproximadamente, ya que deberá de correr 42 kilómetros diarios, es decir, el doble de distancia que cubría en su anterior carrera hacia Tegucigalpa.