TEGUCIGALPA, HONDURAS. La niña de 13 meses que sufrió quemaduras graves a causa de un flamazo en su vivienda en Copán, al occidente de Honduras, se encuentra luchando por su vida. Aunque su condición es grave, su diagnóstico es estable.
La pequeña ingresó ayer después del mediodía al Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq) en Tegucigalpa, donde los médicos especialistas la chequearon e hicieron sus primeras valoraciones clínicas.
Su traslado desde Santa Rosa de Copán a la capital se realizó en un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH). Sin embargo, en un momento sufrió de un paro cardiorrespiratorio y los médicos la lograron estabilizar.
Alfredo Ortiz, portavoz del Cehniq, informó a Diario Tiempo que la menor ingresará esta tarde al quirófano para su primera cirugía. En esta participarán médicos intensivistas y demás personal capacitado para el manejo de la situación.
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«Se le hizo la evaluación al momento que llegó al hospital, lo que procedió fue estabilizarla para que esté en una condición de parada respiratoria nuevamente. El pronóstico reservado se mantiene porque un niño en ese estado se puede complicar de un momento a otro, es impredecible», detalló Ortiz.
Situación de sus órganos
Por otro lado, el portavoz institucional mencionó que la niña tiene comprometidos algunos órganos, además de las severas lesiones cutáneas en su rostro, brazos, piernas, abdomen y tórax.
«Tiene complicaciones renales, pulmonares, producto de las afectaciones que sufrió por las quemaduras. A ella se le complicó todo el organismo, por eso es incierto y su condición depende de Dios prácticamente, ojalá pueda reaccionar bien a los cuidados de los especialistas», acotó.
Debido a su condición grave, la menor permanece conectada a múltiples aparatos en el Cehniq. Asimismo, su hospitalización se podría extender entre 3 y 5 meses.