Redacción. Después de más de 200 días en un hospital de Ohio, las oraciones de Ava Cooper finalmente fueron escuchadas. La niña de 11 años, que esperaba un trasplante de corazón, recibió la noticia que le cambiaría la vida de la boca de sus médicos… y fue ella quien se la dio a su padre.
“Papá, me estoy dando un corazón”, dijo Ava con emoción.
Ava nació con múltiples defectos cardíacos graves: tenía un agujero en el corazón, las cámaras invertidas, el órgano fuera de lugar y una válvula pulmonar bloqueada, según informó la Clínica Cleveland.
A solo seis días de nacida, Ava ya había pasado por su primera cirugía. Antes de cumplir los cinco años, sumaba otras cuatro operaciones a corazón abierto. A pesar de ese complicado comienzo, logró vivir sin complicaciones durante cinco años… hasta que en el verano de 2024, su salud volvió a deteriorarse.
“Me estaba dando cuenta de que se despertó con hinchazón facial, no podía quedarse plano todo el camino, teniendo dificultades para respirar”, contó su madre, Jamie Cooper. “Sus médicos en ese momento determinaron que estaba en insuficiencia cardíaca”.
Los especialistas confirmaron que Ava necesitaba un nuevo corazón para sobrevivir. Fue incluida en la lista de trasplantes y, durante los siguientes siete meses, permaneció hospitalizada en el Cleveland Clinic Children’s Hospital, mientras su familia convertía su habitación en un pequeño refugio lleno de recuerdos.
“Tuvimos cenas dominicales, organizamos una fiesta de cumpleaños para la hermana de Ava en su habitación de hospital e incluso presentamos regalos para abrir en la mañana de Navidad”, recordó Jamie Cooper.
Mejoras
Sean Cooper, su padre, organizó incluso un baile de padre e hija en la habitación del hospital, ya que Ava no podía asistir al de su escuela.
“Ahora es uno de los mejores recuerdos que tengo con Ava, y estoy increíblemente agradecido con todos los que se unieron para hacerlo posible”, afirmó Sean.
La gran noticia llegó en marzo. La doctora Madeleine Townsend recibió la confirmación de que había un corazón compatible y corrió a darle la noticia a Ava. Un video muestra el emotivo momento en que la médica le susurra la buena nueva al oído para que ella misma se la comunique a sus padres.
“El hospital se había convertido en nuestro segundo hogar, así que escuchar a Ava decir esas palabras, ‘Estoy recibiendo un corazón’, fue abrumador”, dijo Sean. “Después de todo lo que había pasado, finalmente estábamos un paso más cerca de volver a casa para siempre”.
Ava, por su parte, confesó que no podía creerlo: “No podía creer que realmente estuviera sucediendo. Estaba tan emocionada”.
Al día siguiente, los cirujanos realizaron el trasplante. El procedimiento fue exitoso. Ava recibió su nuevo corazón y comenzó una nueva etapa en su vida.
Permaneció un mes más en recuperación hasta que, en abril, finalmente pudo regresar a casa por primera vez en ocho meses. Lo que más ansiaba era dormir en su propia cama y jugar con su perro, Rocky.
Según la doctora Townsend, el corazón funciona perfectamente y no muestra signos de rechazo. El equipo médico continuará monitoreando su evolución mientras se prepara para volver a la escuela.
“Aunque me perdí toda mi clase de cuarto grado, estoy emocionado de ver a mis amigos, hacer viajes de campo y hacer proyectos de arte nuevamente”, expresó Ava.
Su familia no oculta su gratitud por el gesto de la familia donante.
“Ni siquiera podemos poner en palabras lo agradecidos que estamos con nuestra familia de donantes. Son la razón por la que Ava está aquí hoy, y estamos siempre agradecidos”, dijo Jamie.
