Redacción. El autor del mortal tiroteo ocurrido el lunes en el centro de Manhattan, que dejó cuatro personas fallecidas, incluyendo un agente del Departamento de Policía de Nueva York, tenía como objetivo las oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Así lo confirmó este martes el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en entrevistas con cadenas de televisión estadounidenses.
El funcionario detalló que los investigadores recuperaron una nota en la que el tirador hablaba sobre una encefalopatía traumática crónica (ETC), una lesión cerebral causada por traumatismos repetidos en la cabeza, comúnmente diagnosticada en deportistas de alto nivel. El individuo, de 27 años, había sido jugador de fútbol americano en la escuela secundaria, aunque nunca llegó a categorías universitarias ni, mucho menos, a la NFL.
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Error de ascensor
Adams agregó que el tirador murió «por una aparente herida de bala autoinfligida». «Tenía una nota consigo. La nota aludía a que sentía que tenía ETC, una lesión cerebral conocida en quienes participan en deportes de contacto. Al parecer, culpó a la NFL por su lesión», dijo hoy el regidor a la cadena CBS, revelando el trágico motivo detrás del ataque.
De acuerdo con la investigación preliminar difundida por el alcalde de Nueva York, el atacante, identificado como Shane Tamura, se dirigía a la sede de la NFL, pero se equivocó de ascensor. El elevador lo llevó a la planta de la empresa inmobiliaria Rudin Management, «donde cometió más tiroteos y se cobró la vida de más empleados».

Además de los fallecidos, un empleado de la NFL resultó gravemente herido en el tiroteo y se encuentra hospitalizado en condición estable, según un mensaje que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, envió a los empleados. Este incidente subraya la preocupación creciente sobre las secuelas de las lesiones cerebrales en deportes de contacto y sus posibles implicaciones.