REDACCIÓN. A través de un programa chileno llamado «Mentiras Verdaderas», Nathalia Ciuffardi, amante del exdirector del IHSS, Mario Zelaya, habló donde terminó llorando al recordar sus días en la cárcel y las acusaciones en su contra por parte de Honduras.
En la entrevista realizada en el show de televisión, la fémina empezó contando cómo surgió el romance con Zelaya. Ciuffardi reitera que nunca sospechó nada del desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social del cual Zelaya es acusado como el principal responsable ya que por ser un médico con una especialidad en traumatología sabía que tenía ingresos considerables.
«Sospechar qué, él estudio en la Universidad de Chile, hacía su consulta en una clínica muy catalogada en Honduras. Entonces él tiene su consulta particular, en el 2010 le ofrecen entrar al IHSS y siempre se dedicó a sus dos trabajos y ganaba buen dinero. Sospechar qué, si eso es una mentira, la fiscalía hondureña no sé por qué la maldad. Sinceramente, después de que salí en libertad me vengo a enterar».
«Dijeron que me traje de Honduras 260 millones de dólares, es absurdo. Tuve que haberme traído unas 100 maletas», expresa.
Al hablar de cuando estuvo presa la mujer chilena lloró. Dijo que el tema de la extradición fue su mayor temor y que la fiscalía hondureña le hizo mucho daño al separarla de su hijo.
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«Lo que yo viví no lo doy a nadie, es terrible estar privada en liberdad. Saber que mi familia se entera a lo que me dedicaba. Yo tenía mucho temor en mí porque si me llevaban a ese país yo sabía que iba a encontrar la muerte», confesó. «Yo sé que él no me mintió, la fiscalía hondureña sabe que el supuesto robo del que hablan es mentira. Lo que yo trato de decirle a la gente y de explicarle a la gente de Honduras, que no dejen que les sigan mintiendo. Hay mucha gente sufriendo por esta mentira», destacó.
ANTERIORMENTE EN PRIMERA ENTREVISTA
La exbailarina chilena Natalia Ciuffardi rompió el silencio en su país y en una amplia entrevista a la revista Mujer de la editorial Las Últimas Noticias, dijo que Mario Zelaya, acusado por el desfalco millonario al IHSS, no es culpable: «él es inocente, está preso por culpa de una farsa. Los responsables son otros».
Tras el escándalo de corrupción, considerado el más grande en Honduras, Ciuffardi tuvo que rendir cuentas a la justicia en su país tras no ser extraditada.
Estuvo siete meses en prisión y recibió una condena en junio del 2015 de cinco años, actualmente está en libertad bajo vigilancia, la mayoría de sus bienes entre ellos dos departamentos en el exclusivo sector de La Florida en Santiago de Chile, una casa en la playa y tres propiedades en Honduras, fueron incautados.
Mario Zelaya compró cuatro propiedades a nombre de Natalia en Tegucigalpa, dos departamentos en Santiago de Chile, avaluados en 70 millones de pesos cada uno -115 mil dólares-, una casa en Puente Alto y otra en el balneario del litoral central El Tabo.
A un año en libertad la exbailarina aseguró que se arrepiente de la vida que llevó en el centro nocturno Platinum donde conoció a Mario Zelaya quien quedó deslumbrado de su belleza y con quien procreó un hijo.
«O sea, cada uno sabe cómo se gana el dinero, pero creo que para ninguna mujer que trabaja en eso es grato. Ahí, el tema que te llena es el dinero, nada más. Quizá no debería haber tomado esa opción, debería haber estudiado… es terrible pensar que algún día tendré que contarle a mi hijo lo que pasó. Pero bueno, hay que rescatar las cosas buenas, que conocí a un hombre bueno que me dio un hijo maravilloso», dijo.
Ciuffardi contó cómo ha cambiado su vida la cual ya no es llena de lujos, apenas va al salón de belleza y traa de comer sano para no subir de peso porque no va ni al gimnasio; ahora es hogareña y cuida de su hijo, cuenta que estuvo trabajando como taxista y que ahora piensa retomar sus estudios.
A Mario yo siempre lo vi trabajando, lo conocí cuando tenía plata. Además, él es inocente, está preso por culpa de una farsa. Los responsables son otros. Cuando me detuvo la policía, yo lo odiaba, lo detestaba, no tenía idea de lo que estaba pasado.
«Estuve trabajando de radiotaxi en la flota de Tarragona, pero duré una semana, porque mi papá no quiso que siguiera, pero me fue súper bien esos días. En agosto me voy a poner a estudiar mesoterapia por medio de Gendarmería, si Dios quiere. Se trata de una técnica en que te ponen un yeso y te van moldeando la figura».
Ciuffardi dijo que su papá es el sustento de la casa. «Es taxista y sale a trabajar a las 7:30 de la mañana y llega a la casa a las 22 horas. Está todo el día taxeando el auto de otra persona. Por suerte le va súper bien».
