Redacción.- Al hondureño Carlos Arnoldo “El Negro” Lobo, preso en Estados Unidos tras haber sido condenado por sus vínculos con el narcotráfico, le queda menos de un año para salir de prisión y recobrar su libertad.
En mayo de 2014, el «El Negro» Lobo se convirtió en el primer hondureño extraditado a Estados Unidos, donde la justicia lo acusó de conspirar para traficar cocaína hacia ese país.
Tras declararse culpable ante la Corte Federal del Distrito Sur de Florida, lo condenaron en diciembre de 2014 a 20 años de prisión.
Pero su declaratoria de culpabilidad hizo que su pena la redujeran a un 50%, por lo que saldrá libre en el agosto del 2023.
En 2023 quedará en libertad
Desde la sentencia de Carlos Arnoldo “El Negro” Lobo, han transcurrido 9 años, por lo que ya solo le quedarían solo 9 meses para cumplirla.
A menos que sucediera algo en estos siguientes meses, su liberación sería efectiva a principios de agosto del 2023.
Por los momentos se desconoce si, tras devolverle su libertad, Estados Unidos deportará o no a Lobo a Honduras.
Antecedentes
A «El Negro» lo extraditaron el 9 de mayo del año 2014, cuando un jet de la Agencia Antidrogas de los EEUU (DEA) partió con el narcotraficante a bordo, hacia suelo norteamericano.
De acuerdo con datos oficiales, Lobo era propietario y administraba una flota de embarcaciones que transportaban droga desde Panamá, y pasaba por Honduras con destino a Estados Unidos.
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Un socio de «El Negro» Lobo ya está libre
Tras colaborar con la justicia norteamericana para condenar al menos tres acusados por narcotráfico, el hondureño Juving Alexander Suazo Peralta, socio de Carlos «El Negro» Lobo, quedó en libertad.
Suazo Peralta, alias «Chancleta», es uno de los narcotraficantes señalados por la justicia de la nación del norte. Lo capturaron en septiembre del 2014 en La Ceiba, Atlántida.
Tras su captura se realizó el proceso de extradición, luego que desde el 7 de noviembre del 2013, Estados Unidos giró la petición para enjuiciarlo.
Por lo tanto, este trámite se consumó en octubre del mismo año, siendo así el segundo hondureño que se extraditó después de «El Negro Lobo».