REDACCIÓN. El informar no es una tarea fácil, sostener un micrófono tampoco, abrirse camino en la televisión menos, sin embargo, poco a poco el reportero Nahum Alberto Marín ha logrado posicionarse en el mundo de la comunicación.
Él nació en Copán pero creció desde pequeño en la colonia Prado Alto de San Pedro Sula.
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Su historia es bastante atractiva y llena de perseverancia. Desde muy chico se ha encargado de ir coleccionando recuerdos que van desde dañarle un televisor nuevo a su papá hasta sostener el micrófono y tener un contacto en vivo por primera vez.
Diario TIEMPO charló con él para conocerlo un poco más. A continuación la entrevista:
¿Cómo fue su infancia?
Los momentos en familia sin duda fueron los mejores. Mi cara denotaba felicidad cuando mis padres nos premiaban en diferentes épocas del año. Siempre me gustó la bicicleta desde los tres años, hasta la actualidad creo que es mi deporte favorito. En fin, una infancia de lo mejor.
¿Cuál fue su primer acercamiento en los medios?
Primero me llamó mucho la atención el diseño gráfico. Me sirvió para llegar a un medio de comunicación en el año 2009 como operador máster en Canal 11 y a veces apoyaba en la edición. Luego empecé a salir a dar apoyo a mis compañeros, y en ese momento algo sobre mí se activó entonces me entró la curiosidad sobre el amplio mundo del periodismo.
En el 2013, en un aula de clases conocí un catedrático que fue fundamental en mi profesión. Me comentó que miraba interés en mí por aprender. Él siendo jefe de un medio de comunicación me dio la oportunidad de utilizar un micrófono.
Aún recuerdo, fue un incendio y en ese momento no habían periodistas y me tocó hacer el contacto en vivo. Ese fue el detonante y jamás solté el micrófono. Aquí es donde digo que Dios actúa de maneras maravillosas.
¿Cómo llegó a HCH?
Un día al finalizar mi jornada de trabajo recibí la llamada que cambiaría una perspectiva, me refiero a HCH.
Viajé a Tegucigalpa para reunirme con el personal. Ellos me hablaron, me explicaron un poco la manera de trabajar para el canal. Regresé a San Pedro Sula con una felicidad que no cabía en mi pecho y sobre todo agradeciendo a Dios.
¿Cómo le ha cambiado la vida el trabajar en ese medio?
Trabajar aquí te cambia la vida y la forma de ver el periodismo en Honduras. Me ha enseñado a acercarme más a la población y hacer las cosas distintas. Yo nunca pensé estar en un referente de las noticias y aquí estoy haciendo una historia bonita de mi vida.
¿Qué tipo de temas son para usted los más difíciles de informar?
Aquí estamos acostumbrados a todo, pero lo que más se me ha hecho difícil son sucesos que incluyen niños.
Por ejemplo, una vez en el año 2015 me tocó informar sobre un deslizamiento de tierra que acabó con la vida de 4 hermanitos en Santa Cruz de Yojoa. Desde ese momento las escenas donde se involucra niños son difíciles para mí.
¿Qué proyectos tiene actualmente y cuáles siguen como un sueño?
Tengo muchos proyectos en mi vida y creo que llegarán en su tiempo, pero el proyecto anhelado quizás sería poder llegar a una cadena de noticias internacional. Son mis planes pero solo Dios sabe su voluntad.
¿Cómo se siente al ser un comunicador tan querido?
Ser un comunicador querido y conocido, es algo nuevo en mi vida. De hecho ya tengo varias notas que han marcado mi historia, la gente me reconoce y ya me llaman por mi apellido «Marín».
Aquí en esta etapa se aprende a escuchar a las necesidades y quejas de todos. Creo que al final del día para eso estamos para escuchar y ser un alivio de las personas que no son escuchadas.
¿Qué hace Nahum en su tiempo fuera de la televisión?
Hoy vivo del día a día, disfrutando de lo que hago y al canal al cual represento. Cuando estoy fuera de mis turnos dedico el tiempo a mi familia y al ciclismo, conociendo montañas y haciendo amigos del pedal.
Tengo un hermoso hijo de tres años, con el cual Dios me ha bendecido y también le gusta la bicicleta. Al igual, soy afortunado de tener una esposa que me apoya en todas las decisiones.