REDACCIÓN. Las obras vinculadas a estas dos figuras siguen despertando curiosidad, sobre todo al vincularse con emergencias mundiales, disputas entre naciones y mutaciones de la comunidad.
No obstante, expertos y estudiosos concuerdan en que dichas denominadas “predicciones” acostumbran ser análisis hacia el pasado, modificados y ajustados a la realidad de cada periodo, en lugar de avisos exactos de sucesos por venir.
Michel de Nôtre-Dame, popularmente identificado como Nostradamus, resultó ser un cosmógrafo galo de la centuria XVI que redactó un conjunto de estrofas rimadas agrupadas en Las Profecías, lanzadas en 1555. Sus escritos, de esencia alegórica y confusa, han resultado materia de variadas lecturas a través de las centurias.
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Uno de los vaticinios más sorprendentes indica: “La enorme colonia de insectos aparecerá en la celada de la noche”. Ciertos exégetas han vinculado esta estrofa con el ciclo 2026 a causa de la vinculación aritmética con el “26”. Sin embargo, el sentido de la colonia, los insectos y la mencionada celada nocturna continúa siendo dudoso.
Otro augurio adjudicado a Nostradamus indica que una personalidad relevante podría fallecer tras resultar impactada por una descarga eléctrica. La rima 26 de la Centuria I manifiesta: “El individuo importante será abatido por una descarga”, una expresión que ha resultado entendida como el desplome súbito de un famoso o dirigente de peso.
En una estrofa de matiz más sombrío, el cosmógrafo anotó: “Por el beneficio que la urbe exhibirá… el Tesino desbordará de matanza”. Algunos observadores entienden esta representación como un simbolismo de un suceso con cuantiosos fallecidos, una epidemia o algún estilo de desastre ecológico.
Baba Vanga para 2026
A pesar de que expiró hace casi treinta años, la clarividente búlgara Baba Vanga se ha afianzado como una de las adivinas más mencionadas del siglo XX. A la mentalista se le adjudican vaticinios sobre hechos mundiales como la caída de la Unión Soviética, la tragedia de Chernóbil y el deceso de relevantes personalidades del poder.
Entre los augurios más propagados para 2026 aparece una situación de roces externos, donde las pugnas no se presentarían forzosamente como batallas convencionales, sino mediante pleitos de finanzas, de técnica y de táctica. Bajo esta lectura, el planeta ingresaría en una fase de reestructuración general, señalada por la fragilidad de pactos ancestrales y la irrupción de inéditos protagonistas mundiales.

Otro vaticinio constante alude a trabas de capital a escala planetaria, con principal efecto en el Viejo Continente y en las regiones orientales. Carestía de bienes, encarecimiento y manifestaciones populares resultarían los factores principales de este escenario. El tiempo atmosférico también posee un sitio destacado en las imágenes atribuidas a Baba Vanga. Para 2026, se alude a la chance de eventos físicos potentes, ligados al progreso de la variación ambiental.
Por último, uno de los augurios más debatidos hoy en día se vincula con la técnica. Se menciona sobre avances que afectarían directamente la existencia diaria, especialmente en campos como la interacción, el cerebro sintético y la operación autónoma. Estas percepciones suelen leerse como un adelanto de una superior subordinación técnica, con ganancias claras, pero igualmente con novedosas encrucijadas de moral y de convivencia.

