Redacción. El mundo del espectáculo y el activismo están de luto. La Fundación Brigitte Bardot confirmó el fallecimiento de su fundadora a los 91 años.
La mítica actriz francesa, que personificó la libertad y la sensualidad del siglo XX, murió tras dedicar sus últimas cinco décadas casi exclusivamente a la protección del mundo animal.
Aunque no se han revelado detalles sobre el lugar exacto ni el momento del deceso, el comunicado destaca que «BB» decidió, en el apogeo de su fama, abandonar las luces de los sets para volcar toda su energía en su fundación, creada formalmente en 1986.
Le puede interesar: Elsa Oseguera anuncia su salida de la televisión
De la pantalla a la trinchera animalista
Bardot no fue únicamente una actriz; fue un fenómeno cultural. Con cintas como «Y Dios creó a la mujer» y «El desprecio», no sólo rodó medio centenar de filmes, sino que redefinió la estética femenina.
Su influencia trascendió fronteras, forjando la leyenda de paraísos como Saint-Tropez en Francia y Búzios en Brasil. Pero, a mediados de los años 70, el ícono decidió que su verdadera vocación estaba lejos de las cámaras y cerca de las especies vulnerables.

Convicción y la polémica
Sus últimos años estuvieron alejados de la ficción, pero sumergidos en el debate público. Bardot nunca temió la controversia, defendiendo posturas políticas radicales y mostrando su cercanía a figuras como Marine Le Pen.
En su reciente obra Mon BBcédaire, la artista se mostraba crítica con la Francia actual, calificándola de «sombría y vulgar» y defendiendo la libertad de ser uno mismo «incluso cuando incomoda».
Vivía retirada en el sur de Francia, entre su mítica propiedad de «La Madrague» y su refugio «La Garrigue», rodeada de los animales que consideraba su verdadera familia. Con su partida, desaparece la última gran leyenda de la edad de oro del cine europeo.

