Redacción. La Guardia Costera de Estados Unidos, con apoyo directo del Departamento de Defensa, ejecutó recientemente la incautación de un segundo buque petrolero cerca de las costas de Venezuela. Esta acción intensifica la campaña de presión que Washington mantiene sobre el régimen de Nicolás Maduro, con el objetivo de restringir sus recursos financieros.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, reafirmó que las fuerzas militares continuarán estas operaciones para bloquear el comercio de petróleo sancionado y combatir el financiamiento de actividades ilícitas en el hemisferio.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, subrayó la determinación del país de frenar el tráfico de crudo. La funcionaria advirtió que perseguirán cualquier movimiento ilegal de combustible y aseguró que las autoridades detendrán a quienes intenten evadir las restricciones.
Además, condicionó el cese de estos bloqueos a que el gobierno de Maduro devuelva los activos estadounidenses que Washington considera apropiados de manera ilícita.
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Actualmente, la presencia estadounidense en la zona incluye el portaaviones más grande del mundo, un buque de asalto anfibio, dos buques de transporte anfibio, dos cruceros y cinco destructores. A esta flota de once buques de guerra se suman diversas embarcaciones de la Guardia Costera. Éstas patrullan las rutas marítimas para asfixiar la logística del régimen venezolano.
Recursos petroleros
Desde la capital venezolana, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, calificó estas acciones como una injerencia directa y parte de una estrategia para apropiarse de los recursos petroleros del país. Aunque no se refirió específicamente al buque incautado este sábado, Padrino también sostuvo que las amenazas militares no doblegarán a la administración de Maduro.
La tensión alcanzó un nuevo nivel tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump a la cadena NBC News. El mandatario afirmó que no descarta un conflicto armado con Venezuela y anticipó que las fuerzas navales seguirán interceptando cargueros.
Trump señaló que el destino de las embarcaciones que decidan navegar bajo sanciones será terminar en puertos estadounidenses.
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Este incidente se suma a la interceptación de otro petrolero ocurrida el pasado 10 de diciembre, el cual presuntamente transportaba crudo hacia Irán. Desde septiembre, las operaciones estadounidenses contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico y al comercio ilícito en el Caribe y el Pacífico oriental han dejado más de cien personas fallecidas, según reportes oficiales hasta la fecha.
