Redacción. Los bomberos de Hong Kong buscan este jueves a más de 250 personas desaparecidas después de que un enorme incendio calcinara un complejo de rascacielos residenciales, dejando al menos 55 muertos en el peor siniestro de la ciudad en décadas.
El fuego comenzó la tarde del miércoles en una urbanización de ocho torres y 2.000 apartamentos. La emergencia conmocionó a la ciudad, que alberga algunos de los conjuntos habitacionales más densamente poblados del mundo.
Las llamas iniciaron en los tradicionales andamios de bambú que rodeaban los edificios de 31 pisos del complejo Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, en la zona norte, que estaba en reparación.
Controlando el fuego
El jueves por la tarde, los rescatistas seguían rociando con mangueras los exteriores carbonizados, mientras el fuego aún era visible en algunas ventanas.
Durante una conferencia de prensa, funcionarios del departamento de bomberos elevaron el balance de muertos de 44 a 55 personas: 51 fallecieron en el lugar de los hechos y cuatro en el hospital. Añadieron que los incendios en cuatro de las ocho torres ya fueron extinguidos, que otros tres edificios están bajo control y que un rascacielos permaneció intacto.
Multitudes se reunieron en las calles y en espacios públicos para ayudar a los residentes damnificados y apoyar a los bomberos.
«Es realmente conmovedor. El espíritu de los habitantes de Hong Kong es que, cuando alguien tiene problemas, todos le prestan su apoyo», afirmó Stone Ngai, de 38 años, uno de los organizadores de un puesto improvisado.
Las autoridades investigan la causa del incendio, incluyendo la presencia de los altamente inflamables andamios de bambú y las mallas de plástico que cubren estas estructuras. Además, el organismo anticorrupción de Hong Kong abrió una pesquisa sobre las renovaciones del complejo afectado. Horas antes, la policía detuvo a tres hombres sospechosos de haber dejado negligentemente envoltorios de espuma en el lugar.
El jefe ejecutivo de la ciudad, John Lee, anunció que inspeccionarán de inmediato todas las urbanizaciones que estén en obras importantes.
Golpeando puertas
Varios residentes de Wang Fuk Court dijeron a la AFP que no escucharon ninguna alarma de incendio y que tuvieron que tocar puerta por puerta para alertar a los vecinos del peligro.
«Tocar el timbre, llamar a las puertas, alertar a los vecinos, decirles que se marcharan… así era la situación», contó un hombre identificado como Suen. «El fuego se propagó muy rápidamente», agregó.
Entre las víctimas figura un bombero de 37 años, encontrado con quemaduras en la cara media hora después de perder contacto con sus compañeros.
Un total de 61 lesionados reciben atención en hospitales: 15 en estado crítico, 27 graves y 19 estables, informó un portavoz del gobierno a la AFP.
Lee había indicado en la madrugada que 279 personas estaban desaparecidas, aunque los bomberos lograron establecer contacto con algunas de ellas más tarde. El consulado de Indonesia confirmó que dos de los fallecidos provenían de ese país y trabajaban en labores domésticas.
Seguimos intentándolo
Durante las primeras horas del incendio, partes de los andamios carbonizados cayeron de los bloques en llamas. Por las ventanas se veían apartamentos completamente engullidos por el fuego.
Derek Armstrong Chan, subdirector de operaciones del servicio de bomberos, señaló que la temperatura en el lugar era extremadamente alta.
«Hay algunos pisos en los que no hemos podido llegar a las personas que piden ayuda, pero seguimos intentándolo», dijo Chan, y explicó que el fuego probablemente se propagó de un edificio a otro debido al viento y a las cenizas.
El presidente chino, Xi Jinping, expresó sus condolencias a las familias y pidió que se haga todo lo posible para extinguir el incendio y minimizar las víctimas y las pérdidas, informó la cadena estatal CCTV.
El jueves por la tarde, algunos residentes de los bloques adyacentes evacuados por precaución pudieron regresar a sus hogares.
Los incendios mortales fueron durante años un problema habitual en la densamente poblada Hong Kong, especialmente en barrios pobres. Sin embargo, en las últimas décadas se han reforzado las medidas de seguridad y estos incendios se han vuelto mucho menos frecuentes.
