Redacción. Un incendio se desató este miércoles en un complejo residencial ubicado en el distrito de Tai Po, en Hong Kong, dejando al menos 36 personas muertas y 279 desaparecidas.
El fuego arrasó rápidamente siete bloques de apartamentos cubiertos con andamios de bambú, afectando a miles de residentes.
Las autoridades siguen llevando a cabo las investigaciones correspondientes para esclarecer las causas del siniestro.
El incendio comenzó en horas de la mañana en una urbanización situada en Tai Po, una zona suburbana del norte de los Nuevos Territorios, cerca de la frontera con Shenzhen.
Las llamas se propagaron con rapidez por los andamios y redes de construcción que cubrían el exterior de los edificios, complicando las labores de rescate y aumentando la magnitud de la tragedia.
Las imágenes captadas por testigos mostraban columnas de humo espeso y llamas intensas saliendo por las ventanas de varios apartamentos.
La situación se tornó crítica cuando las autoridades elevaron la alerta de emergencia a nivel 5, la categoría de mayor gravedad en Hong Kong.
Decenas de personas resultaron heridas y aproximadamente 700 residentes fueron evacuados hacia refugios provisionales habilitados en la zona. Un bombero también figura entre los fallecidos, mientras que otro está siendo tratado por agotamiento debido al calor extremo.
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Informes
El Departamento de Servicios de Bomberos de Hong Kong desplegó un total de 128 camiones de bomberos y 57 ambulancias para atender la emergencia. Andy Yeung, director de los Servicios de Bomberos, destacó la magnitud del esfuerzo desplegado para controlar las llamas y rescatar a las víctimas.
“Estamos trabajando incansablemente para sofocar el incendio y realizar labores de rescate. Lamentablemente, el fuego se propagó con gran rapidez debido a los materiales utilizados en la construcción del complejo”, declaró Yeung.
A medida que se intensificaban las labores de búsqueda, las autoridades informaron que 279 personas seguían desaparecidas. John Lee, jefe del Ejecutivo de Hong Kong, informó que hay al menos 36 muertos y 29 hospitalizados, de los cuales 7 son de gravedad.
El complejo residencial afectado consta de ocho bloques con cerca de 2,000 apartamentos y alberga a unas 4,800 personas. Muchos de los afectados por el incendio han expresado su desesperación ante la magnitud de la tragedia.
Una de las principales preocupaciones planteadas tras el siniestro es el uso de andamios de bambú en los trabajos de construcción.
Aunque esta técnica sigue siendo habitual en Hong Kong debido a su bajo costo, el gobierno había anunciado a principios de este año que comenzaría a retirar progresivamente los andamios de bambú de los proyectos públicos por razones de seguridad.
El gobierno local ha habilitado refugios temporales para los residentes desplazados por el incendio, mientras continúan las labores de rescate y se investigan las causas del siniestro. Las autoridades han prometido apoyar a las víctimas y sus familias, pero la magnitud de la tragedia deja un sentimiento de consternación en la población.
