Redacción. En una de las jornadas más tensas de las últimas semanas, Rusia y Ucrania ejecutaron entre la noche del lunes y la madrugada del martes una serie de ataques aéreos de largo alcance que golpearon retaguardias civiles y militares en ambos países.
La escalada coincide con nuevas gestiones diplomáticas en Abu Dabi, donde emisarios de Kiev y del Kremlin sostienen reuniones por separado con el secretario del Ejército de Estados Unidos, Dan Driscoll, para explorar avances hacia un eventual acuerdo de paz.
El ataque ruso contra Ucrania dejó al menos siete civiles muertos en Kiev, según autoridades locales. Moscú lanzó más de 460 drones y 22 misiles contra múltiples regiones del país, con un nuevo golpe contra infraestructuras energéticas, uno de los objetivos recurrentes de su campaña.
La ofensiva también generó repercusiones fuera de Ucrania: seis drones rusos ingresaron en el espacio aéreo de Rumanía y Moldavia, lo que llevó a este último país a convocar al embajador ruso para exigir explicaciones.
En respuesta, Ucrania ejecutó su propio ataque nocturno contra territorio ruso. Las autoridades de Rusia informaron la muerte de tres civiles en la región de Rostov, una de las zonas alcanzadas por drones ucranianos.
Objetivos militares y energéticos en territorio ruso
El Estado Mayor ucraniano aseguró que sus drones de largo alcance y misiles Neptuno de fabricación nacional impactaron varios sitios estratégicos:
- una planta de reparación de aviones y una fábrica de drones en Rostov,
- la terminal petrolera del puerto de Novorosíisk en el mar Negro,
- y una refinería en la región de Krasnodar.
Además, fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) afirmaron haber alcanzado un buque de desembarco ruso en el puerto de Novorosíisk.
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Negociaciones en paralelo en Abu Dabi
Mientras continúa el intercambio de ataques, en Abu Dabi se desarrolla una nueva ronda de contactos indirectos entre Rusia y Ucrania. Dan Driscoll, en representación de Washington, intenta acercar posiciones sobre el plan de paz presentado la semana pasada por la administración del presidente Donald Trump.
La versión inicial del documento fue rechazada por Kiev. Durante reuniones en Ginebra, negociadores ucranianos —con apoyo de la Unión Europea— lograron retirar puntos considerados inaceptables, como la exigencia de retirar sus tropas de las zonas de Donetsk que aún controla.
Moscú rechaza ajustes impulsados por Europa
Pese a esos avances en Ginebra, Rusia afirmó que no acepta la nueva versión del plan, que elimina varias de las demandas más duras del Kremlin presentes en el borrador original. Entre los puntos descartados por Kiev y Washington se encontraban:
- la cesión de todo el Donbás,
- y la disposición que planteaba que Ucrania renunciara a entrar en la OTAN o a contar con protección militar aliada tras la guerra.
El simultáneo incremento de operaciones aéreas y la actividad diplomática en Abu Dabi evidencia un escenario doble: una guerra que continúa ampliando su alcance territorial y un esfuerzo internacional por encauzar un proceso de negociación que sigue enfrentando amplias diferencias entre Moscú y Kiev.
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