Redacción. Las belugas son mamíferos cetáceos de gran tamaño que pueden alcanzar hasta 4,5 metros de longitud en su etapa adulta. Su color blanco les ha dado el nombre popular de “ballenas blancas”. Estos animales destacan por su inteligencia y su complejo cerebro, que les permite tener memoria y capacidades de aprendizaje superiores a la media animal.
El neocórtex de las belugas, encargado del pensamiento analítico, la autoconciencia, la percepción y la comunicación, presenta más pliegues que el cerebro humano, lo que potencia su habilidad para procesar información. Las belugas emplean un sistema de comunicación que combina sonidos, gestos corporales y expresiones faciales para interactuar entre sí. Además, desarrollan ecolocalización para orientarse y localizar a otros miembros de su grupo. Es una habilidad crucial para sobrevivir bajo el hielo del Ártico, donde la visibilidad es limitada.
Las belugas también son animales sociales y curiosos. Mantienen interacción frecuente con sus congéneres y, en algunos casos, con los humanos.
Situación de las belugas en Canadá
En octubre de 2025, el parque de atracciones Marineland, ubicado en Ontario, Canadá, anunció su intención de sacrificar a 30 belugas debido a la incapacidad de cubrir los costos de mantenimiento de los animales. El parque había cerrado en 2024 tras una serie de escándalos y procesos judiciales que afectaron su reputación.

Entre los problemas legales que llevaron al cierre, se encuentra la investigación del Servicio de Bienestar Animal canadiense por la muerte de varias belugas en años anteriores. Según la agencia Canadian Press, desde 2019 han fallecido unas 20 ballenas en el parque (una orca asesina y 19 belugas), cinco de ellas en 2024. Extrabajadores denunciaron las condiciones inadecuadas en las que vivían los animales.
En 2019, el Gobierno canadiense aprobó una ley que prohíbe mantener en cautiverio a delfines, orcas y ballenas, imponiendo multas de hasta 200.000 dólares canadienses. La normativa incluye excepciones para animales que ya estaban en cautiverio, pero impide la reproducción y la adquisición de nuevos ejemplares, afectando directamente el modelo de negocio de Marineland.
Marineland intentó trasladar las belugas al parque temático Chimelong Ocean Kingdom, en Zhuhai, China. Sin embargo, el Gobierno canadiense rechazó la exportación, argumentando que los animales seguirían en cautiverio y se destinarían al entretenimiento, lo que contraviene la ley vigente. Ante esta decisión, Marineland emitió un ultimátum: el gobierno debía cubrir los costos de mantenimiento de los animales o procedería a practicar la eutanasia de los 30 ejemplares restantes.

Alternativas para las belugas
Grupos ecologistas canadienses han propuesto trasladar a las belugas a santuarios de ballenas en Nueva Escocia o Islandia. Este procedimiento implica evaluar la salud de cada cetáceo y realizar una logística compleja, con costos que pueden superar el millón de dólares, monto que Marineland no está dispuesto a asumir.
Otras propuestas incluyen liberar a los animales en el océano. Sin embargo, las belugas que han vivido largos períodos en cautiverio pueden enfrentar dificultades para adaptarse a su hábitat natural, poniendo en riesgo su supervivencia.

