Redacción. El renombrado biólogo molecular James Watson, coautor del descubrimiento de la estructura del ADN y ganador del Premio Nobel, falleció el jueves a los 97 años tras una breve enfermedad, informó un portavoz del Cold Spring Harbor Laboratory, institución donde desarrolló la mayor parte de su carrera.
Watson, quien dedicó su vida a descifrar los secretos de la molécula que almacena la información genética, recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962, compartido con Francis Crick y Maurice Wilkins, por describir la doble hélice del ADN en 1953. Más adelante, se convirtió en el primer director del Proyecto Genoma Humano y también fue pionero en monetizar su propio Premio Nobel para financiar investigaciones científicas.
“Creo que desde temprano, quise hacer algo importante con mi vida. Todavía quiero pensar en la ciencia y en realidad en nada más”, declaró Watson a CNN en 2013.
“Estar impulsado por el deseo de encontrar la verdad, esa es realmente mi herencia. La verdad, a veces no la encuentras y es complicado, pero siempre tienes que si puedes comenzar con la verdad, eso es útil”, acotó.

Descubrimientos y polémicas
Su carrera estuvo marcada por avances revolucionarios, pero también por polémicas. Sus comentarios racistas, sexistas y homófobos sobre diferencias genéticas entre distintos grupos humanos empañaron su legado y le costaron varios títulos honorarios.
Nacido el 6 de abril de 1928 en Chicago, Watson mostró curiosidad científica desde niño. A los 8 años se preguntó por qué migran las aves, un interés temprano que lo llevó a estudiar zoología en la Universidad de Chicago y, posteriormente, a obtener un doctorado en la Universidad de Indiana.
Lea también: María Corina Machado recibe el Premio Nobel de la Paz 2025
Su fascinación por las estructuras tridimensionales de las moléculas lo llevó a unirse al Laboratorio Cavendish en Cambridge, donde conoció a Crick y Wilkins.
“Cuando tenía 25 años, mi colega Francis Crick y yo publicamos un artículo muy corto describiendo la estructura del ADN”, recordó Watson en 2013. “Pensamos que era una bomba y afortunadamente, lo fue”.
Watson y Crick utilizaron también el trabajo de Rosalind Franklin, cuya contribución al descubrimiento del ADN fue pasada por alto durante mucho tiempo debido a que Franklin murió en 1958 y el Nobel no se otorga póstumamente.
Líder de la biología molecular
Además de su investigación, Watson se destacó como autor de textos fundamentales de biología molecular, incluyendo Biología Molecular del Gen (1965), y como director del Cold Spring Harbor Laboratory durante 25 años, convirtiéndolo en un centro líder en biología molecular.
Fue también el primer director del Proyecto Genoma Humano, que buscó mapear el genoma completo de la especie humana.

En los últimos años, Watson fue noticia por vender su medalla del Nobel en 2014, recaudando más de 4,7 millones de dólares, parte de los cuales destinó a investigación científica. Sin embargo, las declaraciones racistas y controvertidas durante la última etapa de su vida generaron críticas y pérdidas de títulos honorarios.
Watson deja un legado complejo: pionero en la biología molecular y la genética, cuyo trabajo transformó la ciencia moderna, pero cuya reputación se vio empañada por sus opiniones polémicas sobre la inteligencia y la genética humana.



