Redacción. El cometa interestelar 3I/ATLAS, un objeto de singular origen galáctico, está en ruta hacia el interior de nuestro sistema solar.
Debido a su naturaleza y su posible composición química, que podría incluir materiales anteriores a la formación de nuestro propio Sol, la NASA ha convocado a un comité de observación para estudiar en profundidad su comportamiento, trayectoria y composición.
Astrónomos confirmaron que el cometa no representa amenaza alguna para la Tierra. Su punto de mayor cercanía a nuestro planeta ocurrirá el 19 de diciembre de 2025. Precisamente, cuando pasará a una distancia segura de 1.8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros). A pesar de la lejanía, la NASA está coordinando una intensa campaña científica de observación, aunque el cometa solo podrá ser visible con telescopios medianos y grandes.
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Interestelar
El objeto ha sido clasificado como interestelar debido a su trayectoria hiperbólica, un indicador de que se formó en otro sistema planetario y fue expulsado por un encuentro gravitacional con un planeta gigante. Actualmente, 3I/ATLAS se desplaza a una asombrosa velocidad de 60 kilómetros por segundo, duplicando la velocidad de la Tierra en su órbita.
El astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi, miembro de la Red Internacional para la Alerta de Asteroides, aclaró que, a diferencia de asteroides rocosos como el 2024 YR4, los cometas como 3I/ATLAS están compuestos de hielo y polvo. Al acercarse al Sol, este material se calienta y libera gases, creando la característica cola que los distingue.
El cometa ya alcanzó su punto más cercano a Marte el pasado 3 de octubre y se espera que cruce su perihelio (máximo acercamiento al Sol) el 29 de octubre, situándose entre las órbitas de la Tierra y Marte. Los científicos consideran esta aproximación como una oportunidad única para estudiar la evolución de otros sistemas estelares.



