Redacción. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, informó que Rusia lanzó un ataque aéreo masivo contra su nación, afectando principalmente a infraestructuras energéticas y dejando un saldo de al menos seis muertos y 17 heridos.
Las regiones de Kiev, Cherníguiv, Dnipró, Kirovogrado, Poltava, Cherkasi, Vínitsia, Sumi, Zaporiyia y Odesa fueron blanco de misiles y drones rusos.
Zelenski denunció en su cuenta de X que no solo se vio afectada la infraestructura energética del país, sino que también numerosos edificios residenciales fueron alcanzados, poniendo en peligro la vida de civiles.
La ciudad de Odesa, ubicada al sur, fue una de las más golpeadas, donde los ataques destruyeron una infraestructura energética clave, dejando a miles de personas sin suministro eléctrico.
La empresa DTEK, que gestiona las instalaciones atacadas, informó que, a pesar de los daños, sus trabajadores lograron reconectar varias líneas de energía de reserva. De esta forma, restituyeron el suministro eléctrico a más de 14,000 familias. A su vez, se reportaron cortes de electricidad en otras áreas, como Kiev y Dnipropetrovsk, como resultado de los intensos bombardeos.
En Poltava, en el centro de Ucrania, las fuerzas rusas también atacaron infraestructuras gasísticas en el distrito de Mirgorod, donde se encuentran instalaciones clave de la empresa estatal Naftogaz. Estos ataques, que han afectado de forma reiterada a las instalaciones energéticas de Ucrania, buscan agravar la crisis energética del país en medio del conflicto.
De igual interés: Donald Trump pide a Rusia y Ucrania que pongan fin a la guerra
Solicitud
Ante esta escalada, Zelenski volvió a hacer un llamado urgente a la comunidad internacional para que se apliquen «medidas sancionatorias contundentes» contra Rusia. En este sentido, instó a Estados Unidos, el G7 y la Unión Europea a acelerar la adopción de nuevas sanciones, especialmente un decimonoveno paquete de medidas que frene las agresiones rusas.
Por otro lado, el Estado Mayor de Ucrania informó de un ataque exitoso contra una planta química ubicada en la región rusa de Briansk, que fabrica pólvora y otros materiales utilizados en la producción de misiles rusos.
El ataque se llevó a cabo utilizando misiles Storm Shadow proporcionados por el Reino Unido, como parte del apoyo militar internacional a Ucrania. Esta operación es parte de una estrategia más amplia de Ucrania para golpear las infraestructuras rusas vinculadas a la producción de armas.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que sus fuerzas antiaéreas derribaron 33 drones ucranianos sobre varias regiones rusas. Además, la península de Crimea también fue parte de este operativo. Esto resalta la constante intensificación del conflicto desde ambos frentes.
