Redacción. El senador de centroderecha Rodrigo Paz fue elegido este domingo presidente de Bolivia, tras imponerse en la segunda vuelta electoral al exmandatario de derecha Jorge “Tuto” Quiroga, según el recuento oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que contabilizó más del 97% de las actas.
Paz obtuvo 54.5% de los votos, superando el 45.4% de Quiroga, marcando un cambio histórico en el panorama político boliviano, luego de casi 20 años de predominio de gobiernos socialistas del Movimiento Al Socialismo (MAS), fundado por Evo Morales, respaldado mayoritariamente por la población indígena del país. El presidente en ejercicio del TSE, Óscar Hassenteufel, aseguró que la “tendencia es irreversible”.
A sus 58 años, Paz, economista e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), asume la presidencia en medio de una profunda crisis económica y social. Esta crisis la consideraran la más severa de las últimas cuatro décadas.
Durante su campaña, prometió restablecer la estabilidad económica, fortalecer la institucionalidad democrática y fomentar la inversión extranjera, sin dejar de lado los programas sociales esenciales. Además, hizo un llamado a la unidad nacional, invitando a todos los sectores políticos a participar en un “nuevo pacto por Bolivia”.
Presidente de Bolivia
El resultado representa no solo un giro hacia el centro político, sino también una esperanza de renovación para sectores de la población que demandan transparencia, empleo y reconstrucción económica.
Los bolivianos esperan que la nueva administración pueda superar los desafíos dejados por dos décadas de gobiernos del MAS, caracterizados por la nacionalización de la industria del petróleo y gas, alianzas internacionales con Cuba, Venezuela y Rusia, y un liderazgo marcado por Evo Morales, primer presidente indígena del país.
Por su parte, Quiroga, el candidato perdedor, proponía un ‘cambio radical’ basado en recortes profundos del gasto público y la privatización o cierre de empresas estatales deficitarias. Estas medidas no lograron convencer a la mayoría del electorado.
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El triunfo de Rodrigo Paz marca un nuevo capítulo en la historia política de Bolivia. Se espera que su gestión combine la estabilidad económica, la inversión y la inclusión social en un momento crucial para la reconstrucción del país.
