Redacción. El príncipe Andrés anunció este viernes que dejará de utilizar sus títulos reales, incluido el de duque de York, tras llegar a un acuerdo con el rey Carlos III. La decisión fue tomada luego de una conversación privada entre ambos, en la que también participó el círculo familiar más cercano y ampliado de la familia real británica.
“En conversación con Su Majestad el Rey, y con mi familia inmediata y ampliada, hemos concluido que las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real”, declaró Andrés en un comunicado emitido por el Palacio de Buckingham.
El príncipe, de 65 años, ha estado envuelto en la controversia pública desde hace varios años debido a sus vínculos con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein.
Epstein fue condenado por delitos sexuales y posteriormente hallado muerto en prisión en 2019. Además, recientemente ha enfrentado señalamientos por supuestos vínculos con una espía china, lo que ha reavivado la presión pública y mediática en su contra.
Le puede interesar también: Ciudadano británico insulta a hondureño en Roatán con comentario racista
Uno de los episodios más críticos en la caída de la imagen pública de Andrés ocurrió en la entrevista con la BBC en 2019, en la que intentó defenderse de las acusaciones. Sin embargo, terminó recibiendo duras criticas. Poco después, se retiró de sus funciones públicas como miembro activo de la realeza.
La acusación más grave provino de Virginia Giuffre, quien en 2015 presentó una demanda civil contra Andrés. Giuffre alegó que Epstein la traficó sexualmente cuando era menor de edad. Además, que el príncipe abusó de ella en al menos tres lugares: la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes de EE. UU., su mansión en Nueva York, y la residencia londinense de Ghislaine Maxwell, expareja de Epstein. Andrés ha negado categóricamente estas acusaciones.
En 2022, el príncipe llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre, cuyo contenido no se reveló al público. No obstante, el acuerdo no implicó admisión de culpabilidad.
Tras la demanda, la Casa Real le retiró sus títulos militares honorarios y lo desvinculó de numerosas organizaciones benéficas. Ahora, con esta nueva decisión de no utilizar ninguno de sus títulos ni honores, el príncipe Andrés da otro paso hacia su aislamiento de la vida pública y del entorno oficial de la monarquía británica.
