Redacción. Hamás presentó a mediadores internacionales su respuesta al plan de paz impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra en Gaza.
El anuncio se dio pocas horas después de que Trump fijara como plazo máximo el próximo domingo por la noche, advirtiendo que de no haber acuerdo “se desataría un infierno como nunca antes se ha visto”.
De acuerdo con un alto funcionario del movimiento palestino, Hamás aceptó iniciar, de inmediato, negociaciones para la liberación de los rehenes, bajo el esquema de intercambio establecido en la propuesta.

Además, manifestó su disposición a entregar la administración de Gaza a una “autoridad palestina de independientes”, con respaldo de la comunidad árabe e islámica.
El plan, presentado esta semana por Trump junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contempla un alto al fuego, la liberación de rehenes y un proceso de reconstrucción del devastado enclave. Israel ya expresó su aprobación al marco del acuerdo.
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Desarme general
Entre los puntos más polémicos figuran la exigencia de desarme de Hamás y la destrucción total de su infraestructura militar bajo supervisión internacional. También la conformación de una fuerza de paz temporal en Gaza.
El documento también incluye un intercambio: Israel liberaría a 1,950 prisioneros palestinos, incluidos 250 condenados a cadena perpetua, a cambio de la liberación de 48 rehenes, de los cuales se estima que solo 20 siguen con vida.
Mientras tanto, un comité palestino bajo supervisión de la llamada “Junta de la Paz” se encargaría de la administración temporal de Gaza, hasta que una Autoridad Nacional Palestina reformada esté en condiciones de asumir el control. El plan también reconoce la aspiración de un futuro Estado palestino.

Aunque Hamás ha mostrado apertura al diálogo, diplomáticos consultados advierten que el grupo probablemente buscará modificar algunos aspectos. Entre ellos, los relacionados con el desarme y la entrega inmediata de todos los rehenes.
Las divisiones entre su dirigencia política en Qatar y su ala militar en Gaza han retrasado una respuesta definitiva.
Para Washington, esta es una “última oportunidad”. La Casa Blanca aseguró que la postura de Trump marca una línea roja: o Hamás acepta avanzar hacia la paz, o enfrentará consecuencias que “serán muy trágicas”.
Con información de CNN.



