Redacción. El Índice de Prosperidad HelloSafe 2025 ofrece una evaluación integral de la prosperidad en 186 países, analizando no solo la riqueza económica, sino también la calidad de vida, el desarrollo humano y la distribución del ingreso. De acuerdo a su lugar en la lista regional, Honduras se posiciona como el país menos próspero de Centroamérica.
Este enfoque permite identificar con mayor precisión qué naciones combinan crecimiento económico con bienestar social.
En Centroamérica, Panamá se destaca como el país más próspero, alcanzando 40,36 puntos, y ocupa el tercer lugar en Latinoamérica. Este liderazgo refleja su sólida economía, desarrollo humano y relativa igualdad en comparación con otros países de la región. Costa Rica se ubica en segundo lugar regional con 36,39 puntos, situándose en la sexta posición latinoamericana.
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Los demás países centroamericanos muestran resultados más bajos. El Salvador registra 27,48 puntos, Nicaragua 24,59, y Belice 24,32. Los países con los niveles más bajos en prosperidad y desarrollo humano son Guatemala (19,84) y Honduras (17,33).
Líderes en Latinoamérica
A nivel regional, Chile se consolida como el país latinoamericano más próspero, con un puntaje de 43,19, seguido por Uruguay (42,48). Panamá completa el podio latinoamericano, destacando su papel como motor económico en Centroamérica y reflejando la combinación de desarrollo humano y estabilidad económica.
Liderazgo global
En el contexto mundial, Luxemburgo encabeza la lista con un puntaje sobresaliente de 86,2 puntos, gracias a su alta renta per cápita, estabilidad económica y calidad de vida. Le siguen Noruega (85,1) e Irlanda (84,7), consolidando a Europa como la región con mayores niveles de prosperidad global.
Cómo se calcula el índice
Para determinar el nivel integral de prosperidad en cada país, HelloSafe utiliza seis variables. La más importante es el Producto Interno Bruto per cápita, que representa un 30% de la puntuación total.
La Renta Nacional Bruta per cápita aporta un 20% adicional. El Índice de Desarrollo Humano, que mide educación, esperanza de vida e ingreso per cápita, también contribuye con otro 20%.
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Además, el índice considera el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso y representa un 15%.
La tasa de pobreza nacional añade un 10% a la ponderación final, mientras que la tasa de ahorro nacional aporta el 5% restante.
Los datos para estos cálculos se obtienen principalmente del Banco Mundial y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tomando únicamente aquellos países que cuentan con al menos el 90% de la información requerida.
