Redacción. La policía de Pennsylvania, Estados Unidos, detuvo a una mujer que se hacía pasar por varias enfermeras y además utilizaba al menos unos 20 nombres diferentes, suplantando identidades a gran nivel.
Según los reportes, la fémina trabajaba como enfermera en varias instalaciones médicas del estado, sumado a ello se habría robado varias identidades y falsificó documentos para trabajar en hogares para ancianos y centros de rehabilitación.
Tras descubrirla, se ha generado una alarma en la zona, debido a la facilidad con la que logró esta mujer infiltrarse en algo tan delicado como el sistema de salud.
ABC News indicó que el nombre real de la acusada es Shannon Nicole Womack y tiene 39 años. Ahora, se imputan 43 cargos relacionados con el robo de identidad, falsificación de documentos, uso fraudulento de números de seguro social y sobre todo, poner en riesgo la vida de personas vulnerables.
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¿Cómo la lograron descubrir?
Las autoridades lograron descubrir lo que esta mujer hacía. En los centros asistenciales se hacía pasar por distintos cargos, entre ellos enfermera práctica licenciada y supervisora de enfermería.
Además, The Washington Post informó que la mujer, de 39 años, había creado una empresa falsa para asignarse turnos laborales en el área de atención médica a través de una agencia de personal.
Esta estrategia le permitió utilizar múltiples identidades falsas en diversas instituciones médicas, sin levantar sospechas sobre su falta de acreditación profesional durante un período de cinco años.

Las investigaciones en contra de la impostora comenzaron en abril pasado, luego de una detención en la calle por agentes de tránsito. Allí le hicieron una revisión que llevó a hallazgos importantes, como las identidades falsas, uniformes médicos, medicamentos y documentos clínicos ajenos.
Alto nivel de fraude
Otro de los sorprendentes hallazgos de la investigación es que la fémina habría usado unos siete números de seguro social. Esto le permitió operar en instalaciones donde atendía de manera directa a pacientes.
Según las autoridades, ella habría suplantado las identidades de personas que sí son profesionales de la salud, pero provenientes del sur de Estados Unidos. Asimismo, le incautaron equipo médico que mostraba uso continuo y organizado.
Ante los hallazgos y el avance de las investigaciones, la Policía Estatal de Pennsylvania, junto con la Fiscalía del Condado de Washington, señalaron que el caso representa una amenaza directa para la seguridad de los pacientes.

Por ello, la mujer se encuentra bajo custodia y deberá enfrentar la justicia por los cargos que se le imputan. A su vez, podría enfrentar una larga condena de prisión.