CORTÉS, HONDURAS. Una madre hondureña se levanta cada día con la intención de salir adelante y para sobrevivir lo que hace es vender limones y culantro en un mercado del municipio de Choloma.
No obstante, lo que ha llamado la atención de cientos de personas es que no le importa colocarse en el suelo y vender sus productos ahí.
Le puede interesar- Yoreña vende tamales para mantener a sus hijos tras perder a su esposo
Noticias de Choloma fue el medio que se encargó de difundir la historia. Según se conoció, ella se llama doña María Reyes y es una madre que lucha incansablemente.
Ella sale adelante con sus ventas de culantro ancho, fino y además ofrece limones, todo de muy buena calidad.
La hondureña señaló a los periodistas que las ventas han estado bajas y ante ello solicitó el apoyo de la ciudadanía, para que puedan llegar y adquirir los productos que ella tiene.
Doña María Reyes se encuentra siempre en una esquina adentro del mercado San Miguel del Choloma.
Al difundirse la historia diferentes personas reaccionaron destacando la lucha de la señora.
«Desde que yo era niña la conozco, ella es una mujer muy fuerte la vida ha sido muy dura para ella», relató una fémina.
«Yo le he comprado bastantes veces. Apoyémosla se lo merece», indicó alguien más.
Madre sampedrana vende tamales
Todos los días desde temprano, Rebeca Marroquín inicia su ardua rutina en su negocio de tamales. Gracias a la venta de este delicioso platillo, ha logrado sustentar a su familia durante más de dos décadas.
Marroquín, de 53 años de edad y residente de San Pedro Sula, narró su historia mediante un medio local. Contó que lleva más de 20 años dedicándose a la venta de tamales en su negocio llamado «Ta Guenito Tamalitos».
Su historia comenzó debido a que ella quería ayudar a su pareja sentimental con los gastos de su casa, pues tienen cuatro hijos, a quienes anhelaban ver graduados como profesionales.
Además, Rebeca comentó que inició vendiendo tamales en una empresa de textiles en la ciudad industrial, pero con el tiempo la institución cerró operaciones, por lo que se vio obligada a buscar otra locación.