Tegucigalpa, Honduras. Una mujer mexicana es considerada una de las que tiene mayor número de modificaciones corporales en el mundo, y éstas se pueden observar a simple vista, ya que la mayoría están en su rostro.
Se trata de María José Cristerna, una tatuadora de 46 años de edad que nació en Guadalajara en 1976.
En una entrevista al medio mexicano Milenio, Cristerna contó que la primera perforación que se realizó en su cuerpo fue en la nariz.
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«La primera perforación fue una que me hice en la nariz cuando tenía como 12 años. Luego, un tatuaje a los 14: el logo de una banda de black metal. Era raro, era algo diferente para nuestra cultura y más en ese tiempo», comentó.
Por tal razón, durante cuatro años se abstuvo de hacerse modificaciones o perforaciones en su cuerpo; hasta sus 18 años de edad.
“Después de los 18 es cuando empecé a hacerme más cosas; yo trabajaba dentro del ámbito del tatuaje y la perforación, pero ha sido paulatino, para mí ha llevado varios años”, manifestó.
Aseguró que, cada modificación y tatuaje que luce, tiene un importante significado en su vida personal.
«Para mí es algo muy importante, porque normalmente son cosas que traigo internas y es mi forma de sacar lo interior al exterior. Es una emoción y un compromiso traer algo que para mí simboliza, por lo mismo me lo pienso mucho, no soy de las personas que se están tatuando todos los días», agregó.
Obtuvo un Récord Guinness
En 2012 María José obtuvo el Récord Guinness por el número de modificaciones corporales que luce, y hasta la fecha no ha sido superada.
El Libro Guinness de los Récords evidenció que la mexicana tiene un total de 49 modificaciones corporales, incluida una cobertura significativa de tatuajes y una variedad de implantes transdérmicos en la frente. Así como el pecho, los brazos y múltiples perforaciones en sus cejas, labios, nariz, lengua, lóbulos de las orejas, ombligo y pezones.
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Después de tantos años, María José Cristerna dijo que muchas personas siguen viendo extraño las perforaciones y tatuajes que porta. Cabe señalar que tiene un 98% de su cuerpo cubierto por tatuajes.
En cuanto a su incursión en el tatuaje dijo que «no es un hobbie, es una carrera, es plasmar algo que no se borra con agua y jabón. Un tatuaje conlleva mucha responsabilidad, es tenerlo para siempre».
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