Redacción. Katie Woolls, una creadora de contenido de 26 años originaria de Londres, ha compartido abiertamente los desafíos que enfrenta debido a su imponente estatura, mide casi 2,13 metros, muy por encima de la media femenina en el Reino Unido, que ronda los 1,60 metros.
Aunque ha aprendido a aceptar y aprovechar su apariencia única, Katie confesó que una de las mayores dificultades sigue siendo el ámbito romántico.
«La verdad es que lo más difícil ha sido salir con chicos. Muchos hombres no quieren salir conmigo por mi altura», dijo.
La joven ha relatado cómo muchas personas asumen erróneamente que es un hombre o una persona transgénero, algo que le resulta especialmente difícil considerando su identidad y expresión femenina.
«Algunos asumen que debo ser un hombre o transgénero solo porque soy tan alta, lo cual es realmente frustrante», dijo.
Su estatura no solo supera con creces la media femenina, sino que también es aproximadamente 30 centímetros mayor que la de la mayoría de los hombres británicos (1,75 m), e incluso supera a la de su propio padre.
Con una altura similar a la de muchos jugadores profesionales de la NBA, donde la media ronda los 1,98 metros, Katie reconoce que a menudo se siente fuera de lugar en el día a día.

Estilo, feminidad y miradas constantes
Katie se considera una persona muy femenina. Le encanta el maquillaje, la moda y usar tacones, lo cual, lejos de ayudar a que pase desapercibida, intensifica las miradas.
«Creo que soy femenina, me encanta el maquillaje, la ropa, los tacones, todas las cosas ‘femeninas’ estereotipadas y cuido mi apariencia, pero ser tan alta todavía parece confundir a la gente», expresó.
A pesar de no tener estándares exigentes en sus relaciones amorosas, su experiencia en las citas sigue siendo compleja, como ha comentado en sus redes sociales, donde acumula cerca de dos millones de seguidores entre Instagram y TikTok.
«Tener citas a esta altura es definitivamente una experiencia de nicho. Ni siquiera soy quisquillosa, solo quiero encontrar un chico agradable, que casi seguro será más bajo que yo, que no se avergüence de ser visto conmigo (¡puntos extra si me deja usar tacones!)», reveló.
Retos cotidianos en un mundo “demasiado pequeño”
Además de las dificultades románticas, su altura representa un reto constante en la vida diaria. Katie encuentra problemas al buscar ropa o calzado, ya que las tallas altas suelen quedarse cortas o simplemente no están disponibles. Los espacios comunes, como aviones, baños o camas, rara vez se adaptan a su complexión.
En una de sus publicaciones en Instagram, compartió con humor lo que, según ella, más desean las mujeres altas: “Ropa que les quede bien, zapatos grandes y bonitos que les queden bien, y un hombre que no tenga miedo de tener citas”.
Incluso actividades cotidianas, como subir a un ascensor, pueden ser incómodas; en más de una ocasión, su cabeza ha tocado el techo. En un viaje reciente, visitó la casa más pequeña del Reino Unido, ubicada en Conwy, Gales, donde la diferencia de proporciones quedó registrada en fotos virales.

Críticas y aceptación en redes sociales
Katie no solo ha tenido que enfrentar las incomodidades físicas, sino también los juicios sociales. Las miradas en la calle son constantes, y en internet no faltan los comentarios malintencionados.
«La gente dice de todo. Recibo muchas críticas por mi cuerpo, mi talla, mi cara, todo. Pero al mismo tiempo, también recibo mensajes encantadores de gente que simplemente disfruta del contenido que publico. Ese apoyo, sinceramente, hace que todo valga la pena», manifestó.
Lejos de ocultar su singularidad, ha aprendido a usarla como una fortaleza y ha construido una marca personal en torno a ello.
«La gente me mira, comenta y pregunta constantemente. De pequeña, me daba mucha vergüenza ajena, pero ahora le he dado la vuelta y he creado una marca en torno a ello. Definitivamente, me ha moldeado; me ha hecho más fuerte y creativo. Hoy en día, intento disfrutarlo y disfrutarlo, y ahí es donde entra mi contenido. He convertido lo que me hacía diferente en algo muy empoderador», cerró.